La liberación de Wilson Ferreira parece inminente

Rodolfo Canobal, abogado defensor del líder del Partido Nacional o blanco uruguayo, Wilson Ferreira Aldunate, solicitó ayer la liberación inmediata de su defendido, lo que podría producirse en las próximas horas una vez que el Tribunal Supremo retirara el pasado miércoles las acusaciones contra el dirigente político encarcelado desde que el pasado 16 de junio regresó voluntariamente al país, tras 11 años de exilio.El presidente del Tribunal, Juan Silva, anunció que se ha decretado la nulidad del procesamiento por los delitos de subversión y exposición al país al riesgo de guerra, pero añadió q...

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Rodolfo Canobal, abogado defensor del líder del Partido Nacional o blanco uruguayo, Wilson Ferreira Aldunate, solicitó ayer la liberación inmediata de su defendido, lo que podría producirse en las próximas horas una vez que el Tribunal Supremo retirara el pasado miércoles las acusaciones contra el dirigente político encarcelado desde que el pasado 16 de junio regresó voluntariamente al país, tras 11 años de exilio.El presidente del Tribunal, Juan Silva, anunció que se ha decretado la nulidad del procesamiento por los delitos de subversión y exposición al país al riesgo de guerra, pero añadió que se mantiene contra Wilson Ferreira la acusación de ataques contra la moral de las fuerzas armadas.

La liberación del político queda ahora en manos del fiscal militar, que deberá decidir sobre la petición de excarcelación presentada por el defensor de Wilson Ferreira, Rodolfo Canabal.

El Tribunal Supremo uruguayo aprobó el fallo de anulación por cuatro votos a favor de los siete miembros que lo integran -cinco magistrados civiles y dos jueces militares-, tras dos días de reuniones.

El presidente del tribunal dijo que la discrepancia de los jueces fue meramente formal, pues cuatro de ellos consideraron que se debían anular los delitos civiles y los tres restantes estimaron que había que revocar todos los delitos imputados por la justicia militar.

Los jueces civiles entendieron que no tenían competencia para decidir sobre un delito militar, como es el de ataque a las fuerzas armadas, que consideraron excarcelable y que no debe impedir la rápida liberación del potítico.

Rodolfo Canabal se mostró disconforme con la decisión tomada por el tribunal, ya que esperaba una anulación total de lo actuado por la justicia militar. Añadió que la condena de su defendido es arbitraria, por tener exclusivamente un motivo político.

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