Un desconocido impidió que Alí Agca hiciera el disparo mortal contra el Papa

Un desconocido impidió al turco Alí Agca disparar el tiro mortal contra el papa Juan Pablo 11, según reveló el propio agresor al juez llario Martella y recogió ayer la Prensa italiana. El juez Martella, que durante estos dos últimos años llevó el peso de la investigación sobre el atentado contra el papa Juan Pablo 11 el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro, concluyó esta última semana su labor decretando el procesamiento del búlgaro Sergei Antonov y reavivando la denominada trama búlgara en torno al atentado.

La investigación del magistrado Martella también ha precisado que fuero...

Un desconocido impidió al turco Alí Agca disparar el tiro mortal contra el papa Juan Pablo 11, según reveló el propio agresor al juez llario Martella y recogió ayer la Prensa italiana. El juez Martella, que durante estos dos últimos años llevó el peso de la investigación sobre el atentado contra el papa Juan Pablo 11 el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro, concluyó esta última semana su labor decretando el procesamiento del búlgaro Sergei Antonov y reavivando la denominada trama búlgara en torno al atentado.

La investigación del magistrado Martella también ha precisado que fueron dos los autores materiales del atentado: el citado Alí Agca y el también turco Oral Celik.Los nuevos datos aportados por el juez Martella señalan que el Pontífice debe la vida a una persona anónima que estaba junto a Alí Agca y le impidió disparar y rematar al Papa cuando éste se encontraba ya casi inmóvil sobre el jeep, alcanzado por tres balas.

"Hubiera continuado disparando a no ser por alguien que estaba junto a mí y me empujó violentamente", declaró Agca a Martella, según éste ha revelado -ahora, al término de sus indagaciones. Puede tratarse de la religiosa norteamericana que ayudó a la policía a capturarlo, agregó el magistrado, pero "no lo sabemos con certeza".

Según declaró Agca a Martella, el acuerdo era que él y Celik dispararan al unísono. "Alí no vio a Celik ejecutar el tercer disparo, pero cree posible que lo hiciera", según indica Martella.

Un dato aún no resuelto es por qué los búlgaros Celebi y Antonov no lanzaron las bombas-pánico para cubrir, con el desconcierto que éstas hubieran creado, la retirada de los dos turcos. "Yo aún me lo pregunto, porque si las bombas hubiesen estallado, yo no me encontraría en la celda", dijo Agca al juez Martella.

El juez guarda una prudente actitud y señala que "ninguno puede decir que la verdad se ha establecido definitivamente". Martella no sabe si Alí Agca dijo toda la verdad. Los otros que pueden alumbrar los ángulos oscuros del atentado son Celebi y Antonov.

Celebi, detenido en la prisión romana de Rebibbia, es el jefe en la República Federal de Alemania de la organización de extrema derecha turca Lobos Grises, a quien en Soria se le habría encargado el atentado.

Antonov se encuentra bajo arresto domiciliario por sufrir anorexia mental, a la espera del anunciado proceso, y las proximidades de -su domicilio romano están prácticamente ocupadas por la policía.