Operación policial con 2.000 agentes para detener a 54 mafiosos en Italia

Unos 2.000 agentes de, policía, carabineros y guardias de finanzas llevaron a cabo en la madrugada de ayer en Palermo, Bolonia, Bari y Roma otra importante redada de mafiosos de los que 54 acabaron en la cárcel. Se habían firmado órdenes de detención contra otros 110, pero, o estaban ya en prisión o no se encontraban en sus domicilios en el momento de llegar las fuerzas de seguridad.

Esta nueva operación, que en número de detenidos reviste la misma importancia numérica que la del 29 de septiembre pasado, la llamada operación de la noche de San Miguel, se ha debido, al parecer, más que a...

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Unos 2.000 agentes de, policía, carabineros y guardias de finanzas llevaron a cabo en la madrugada de ayer en Palermo, Bolonia, Bari y Roma otra importante redada de mafiosos de los que 54 acabaron en la cárcel. Se habían firmado órdenes de detención contra otros 110, pero, o estaban ya en prisión o no se encontraban en sus domicilios en el momento de llegar las fuerzas de seguridad.

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Esta nueva operación, que en número de detenidos reviste la misma importancia numérica que la del 29 de septiembre pasado, la llamada operación de la noche de San Miguel, se ha debido, al parecer, más que a las confesiones de Tommaso Buscetta, a la de otros dos personajes de su mismo clan,Salvatore Contorno, llamado Toruccio, y Giuseppe Faldetta, perdedores de la guerra que libraron las familias mafiosas entre 1981 y 1983.Contorno era muy conocido. En 1981 escapó con vida de una matanza de puro milagro y su familia fue diezmada por el clan de los Greco, que también acabó con varios amigos y conocidos de Toruccio. Tras huir y refugiarse en Roma, acabó por ser detenido y encarcelado. Las confesiones de Buscetta, el primer jefe mafioso que colabora con la policía, probablemente le han animado a seguir el mismo camino Contra sus antiguos enemigos, tarea en la que le ha acompañado Faldetta.

Como consecuencia de estas confesiones, han ido a la cárcel personajes hasta el miércoles fuera de toda sospecha, entre ellos, tres famosos médicos de Palermo. Uno de ellos, Francesco Greco, es miembro de esta familia, vencedora de la guerra entre clanes mafiosos. Sus hermanos Michele y Salvatore, llamado Papa, se encuentran huidos y son considerados por Buscetta como las cabezas de la actual jefatura de la Mafia, cúpula en la que también se halla Carlos Mardes.

Monjas horrorizadas

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Francesco Greco fue arrestado a las cuatro de la madrugada en la clínica romana de las monjas de la Pequeña Compañía de Santa María, donde su mujer acababa de ser intervenida de una hernia. Las monjas se quedaron horrorizadas cuando vieron irrumpir en la clínica a la policía con las metralletas en la mano a tales horas. Los otros dos médicos detenidos son Andrea Vasallo, ortopeda, que fue detenido en Bari mientras asistía a un congreso nacional de medicina, y Francesco Ignoto, detenido en Palermo junto con el propietario del restaurante, Mondello, Francesco Teresi.

- Otros personajes interesantes que acabaron en la cárcel son Giuseppe Castellana y Giovanni di Pace, cuñados, respectivamente, de Michele y Salvatore Greco.

Entre los detenidos se encuentra Guseppe Hiaracane, que, a sus 78 años, es el más veterano de todos los capturados. Giuseppe, cuyo hijo, el abogado palermitano Salvatore Hiaracane, también fue detenido ayer, está considerado como el responsable, en el pasado, del Corso del Mille, territorio de mala fama de la capital siciliana que pasó más tarde a ser controlado por la familia Marchese.

Anoche no se conocía aún la identidad de todos los detenidos. Pero lo que sí se puede decir es que todos los nombres conocidos pertenecían a los grupos rivales y vencedores del clan Badalamenti-Buscetta. Esto confirma la tesis del escritor sicialiano Leonardo Sciascia de que los que están hablando, más que arrepentidos son gente descorazonada, que no tiene otro arma que la delación para vengarse de sus enemigos, lo que hace, si cabe, más seguras sus confesiones. De hecho, no ha habido hasta ahora denuncias de mafiosos pertenecientes a los grupos perdedores.

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