Entre la inhibición y la acusación
., La decisión del Fondo de Garantía de Depósitos de personarse en el procedimiento abierto sobre Banca Catalana se tomó en la reunión de su comisión gestora celebrada el pasado 11 de septiembre, justamente el mismo día en que se elegía como nuevo secretario general a Francisco Ruiz Jarabo, para ocuparla vacante dejada por el nuevo subgobernador del Banco de España, Juan Antonio Ruiz de Alda. Con esta decisión se daba respuesta a la oferta de acciones jurídicas realizada por el juez.
La decisión de personarse pretende "seguir la evolución del asunto", según indican fuentes del organismo...
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., La decisión del Fondo de Garantía de Depósitos de personarse en el procedimiento abierto sobre Banca Catalana se tomó en la reunión de su comisión gestora celebrada el pasado 11 de septiembre, justamente el mismo día en que se elegía como nuevo secretario general a Francisco Ruiz Jarabo, para ocuparla vacante dejada por el nuevo subgobernador del Banco de España, Juan Antonio Ruiz de Alda. Con esta decisión se daba respuesta a la oferta de acciones jurídicas realizada por el juez.
La decisión de personarse pretende "seguir la evolución del asunto", según indican fuentes del organismo, "lo que no implica que el Fondo albergue la intención de tomar iniciativas". La personacíón constituye un punto intermedio entre dos posibilidades: la de inhibirse del caso y la de intervenir como parte, erigiéndose en acusador. La cuantía de las ayudas otorgadas y el hecho de que el Fondo nutra sus recursos -y sus órganos directivos- a mitades por el Banco de España y por la banca privada constituyen dos elementos considerados a la hora de decidir.
El Fondo de Garantía -en su función de organismo de salvamento de bancos en crisis- concedió al grupo ayudas por un montante, desembolsado y en buena parte recuperable, de 141.606 millones de pesetas, aparte de otras ayudas indirectas (garantías y avales). Dicha cantidad se desglosaba así: 7.927 millones en asunción de pérdidas; 84.422 millones por compra de activos; 35.651 millones en un crédito blando, y 13.606 millones por la compra de acciones de Catalana.