Los pescadores rescatados por un helicóptero británico llegaron ayer a Santander

Los 13 tripulantes del Sonia que fueron rescatados por un helicóptero inglés después de que una patrullera irlandesa hundiese el pesquero el pasado viernes llegaron a primeras horas de la mañana de ayer a Santander, procedentes de la localidad británica de Plymouth. Los otros tres miembros de la tripulación, que fueron recogidos por un mercante alemán, habían llegado el domingo a Madrid, vía aérea.Un numeroso grupo de familiares y amigos que esperaban en la estación del transbordador recibió con aplausos y vítores a los pescadores, quienes se mostraron parcos ante los medios de comunica...

Los 13 tripulantes del Sonia que fueron rescatados por un helicóptero inglés después de que una patrullera irlandesa hundiese el pesquero el pasado viernes llegaron a primeras horas de la mañana de ayer a Santander, procedentes de la localidad británica de Plymouth. Los otros tres miembros de la tripulación, que fueron recogidos por un mercante alemán, habían llegado el domingo a Madrid, vía aérea.Un numeroso grupo de familiares y amigos que esperaban en la estación del transbordador recibió con aplausos y vítores a los pescadores, quienes se mostraron parcos ante los medios de comunicación, eludiendo responder a las preguntas comprometidas. "Es un milagro, y en mil veces que pase de nuevo no se repetiría tanta suerte, y alguno caería", dijo uno de los marineros.

Sabino Zubicaria, patrón de costa del Sonia, negó que hubieran oído la petición del embajador español en Irlanda para que se entregaran a la patrullera de ese país. Zubicaria no quiso entrar en detalles de lo sucedido, como el resto de los miembros de la tripulación, que, arropados por familiares y amigos, optaron por abandonar la estación marítima rápidamente, para dirigirse hacia Ondárroa.

Según los tripulantes del Sonia, el guardacostas irlandés disparó sobre ellos sin previo aviso cuando intentaban refugiarse en aguas irlandesas cercanas a la costa para capear el fuerte temporal, y no se encontraban faenando ilegalmente en aguas irlandesas.

Sobre las autoridades españolas, coinciden los tripulantes del Sonia en señalar que "no hemos visto a ninguna", y contraponen este hecho al "excelente tratamiento que nos han dado las autoridades inglesas".

El silencio fue la nota dominante cuando se les preguntó sobre las manifestaciones del embajador español en Irlanda, cuya llamada para que se entregaran al guardacostas afirman no haber escuchado, "porque la radio quedó destruida en los primeros momentos por los disparos".