Cartas al director

El 'Ángel caído' del Retiro

Como biznieto de Ricardo Bellver y Ramón, autor del bronce titulado Ángel caído, y como ángel caído en ejercicio, no me ha sorprendido la carta donde, en virtud de un santo y prolongado disgusto, don Antonio María Alías pide: a don Felipe González la retirada y posterior lanzamiento al mar de dicha obra.Aparte del agravio que supondría para los peces, símbolos que fueron de los cristianos de las catacumbas, tener tan incómoda compañía, he de señalar que don Antonio María, ni como católico ni como español ha entendido la intención de esta escultura que, siguiendo la concepción formal que...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Como biznieto de Ricardo Bellver y Ramón, autor del bronce titulado Ángel caído, y como ángel caído en ejercicio, no me ha sorprendido la carta donde, en virtud de un santo y prolongado disgusto, don Antonio María Alías pide: a don Felipe González la retirada y posterior lanzamiento al mar de dicha obra.Aparte del agravio que supondría para los peces, símbolos que fueron de los cristianos de las catacumbas, tener tan incómoda compañía, he de señalar que don Antonio María, ni como católico ni como español ha entendido la intención de esta escultura que, siguiendo la concepción formal que arranca del helenístico Laocoonte y que impregna nuestro barroco, expresa el dolor y el sufrimiento de Luzbel, el ángel rebelde, tras ser arrojado a los infiernos, avisando del castigo que espera a quien no cumpla con las leyes divinas en conformidad con la tradición figurativa cristiana que alienta las representaciones demoniacas como freno a la concupiscencia y a la tentación de pecado, existiendo múltiples ejemplos de lo que digo en los relieves y retablos de las catedrales e iglesias españolas de diferentes estilos arquitectónicos y decorativos.

Así lo entendieron quienes colocaron, en 1881, la obra en el paseo de Coches de los Jardines del Buen Retiro para mayor edificación de la pía burguesía del Madrid de la Restauración que por allí pululaba los domingos y fiestas de guardar, así el tiempo lo permitiese, no faltando, ya entonces, algún que otro ido del sagrario que protestó exigiendo la retirada y destrucción de este pretendido monumento ad maiorem gIoriam demonii.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Como complemento me: gustaría informar a dicho señor que la familia Bellver, durante más de 100 años, cultivó en Madrid el antiguo arte de la imaginería religiosa en madera policromada, siendo Ricardo, un católico padre de familia, con sus obras San Bartolomé y San Andrés, ubicadas en la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid, culmen y fin de una saga familiar poco conocida y estudiada por los historiadores del arte español del siglo XIX.-

Archivado En