MURCIA

Oposición al asentamiento de dos familias gitanas dentro de un plan de integración social

Agresiones verbales de todo tipo escuchó el lunes por la noche el concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Murcia, Juan Carlos Pérez Alfaro, durante la asamblea que convocó en la pedanía de Puente Tocinos, para informar a los vecinos de los proyectos para que se asienten allí dos familias gitanas, como parte del plan de integración que está desarrollando la corporación murciana.

A la asamblea, que se celebró en la plaza de la iglesia, asistieron unos 1.000 vecinos de los 8.500 que tiene la pedanía, un grupo de los cuales se encargó de boicotear sistemáticamente al concejal Pér...

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Agresiones verbales de todo tipo escuchó el lunes por la noche el concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Murcia, Juan Carlos Pérez Alfaro, durante la asamblea que convocó en la pedanía de Puente Tocinos, para informar a los vecinos de los proyectos para que se asienten allí dos familias gitanas, como parte del plan de integración que está desarrollando la corporación murciana.

A la asamblea, que se celebró en la plaza de la iglesia, asistieron unos 1.000 vecinos de los 8.500 que tiene la pedanía, un grupo de los cuales se encargó de boicotear sistemáticamente al concejal Pérez Alfaro que intentaba explicar y aclarar a los vecinos las circunstancias en torno al asentamiento de las dos familias gitanas.La asamblea se desarrolló en un clima bastante tenso, "se notaba que había altibajos. Cuando los ánimos estaban más calmados, surgía alguna persona que incitaba al resto y volvía a crisparse el ambiente", dice Pérez Alfaro. Alguno de los vecinos llegó a afirmar: "si dimites -refiriéndose al concejal" dejamos que vengan los gitanos a vivir aquí". Otro, sabiendo que uno de los matrimonios está integrado por un gitano y una paya, afirmó que lo primero que tenía que hacer el ayuntamiento era divorciarles. También se oyeron expresiones como "no somos racistas pero no queremos gitanos".

Sin embargo, Pérez Alfaro insiste en que la mayoría de los vecinos de Puente Tocinos no comparte esta discriminación hacia la población gitana. Al contrario, son una mínoría, precisamente los más combativos y los que arrastran al resto del vecindario.

De todas formas, el ayuntamiento piensa desarrollar su plan ya que "el derecho de todo ciudadano a fijar libremente su lugar de residencia es un principio constitucional y nadie puede impedir que estas dos familias vayan a vivir a Puente Tocinos", manifestó el concejal. Ambos cabezas de familia trabajan para el ayuntamiento y además ellos mismos han manifestado su deseo de salir del gueto en el que viven.

El Ayuntamiento de Murcia está desarrollando un plan de integración gitana que, entre otras acciones, prevé diseminar a las familias de esta raza que actualmente viven casi en un gueto que se ha convertido en un foco de delincuencia.

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