Un avión francés, secuestrado por un comando terrorista, toma tierra en Chipre tras no recibir permiso para viajar a Irán

Un Boeing 737 de la compañía francesa Air France secuestrado ayer por tres individuos armados con granadas, al parecer de nacionalidad iraní, mientras cubría el trayecto Francfort-París aterrizó a primeras horas de esta madrugada en el aeropuerto de Larnaca (Chipre), a donde llegó procedente de Beirut. El secuestro se llevó a cabo tras varios minutos de violencia en la cabina del aparato que habrían ocasionado un muerto, según la primera información facilitada por radio por el piloto de la nave.

El avión permaneció durante 20 minutos en Beirut, donde consiguió tomar tierra a pesar de qu...

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Un Boeing 737 de la compañía francesa Air France secuestrado ayer por tres individuos armados con granadas, al parecer de nacionalidad iraní, mientras cubría el trayecto Francfort-París aterrizó a primeras horas de esta madrugada en el aeropuerto de Larnaca (Chipre), a donde llegó procedente de Beirut. El secuestro se llevó a cabo tras varios minutos de violencia en la cabina del aparato que habrían ocasionado un muerto, según la primera información facilitada por radio por el piloto de la nave.

El avión permaneció durante 20 minutos en Beirut, donde consiguió tomar tierra a pesar de que las autoridades libanesas habían cerrado el aeropuerto y habían negado el permiso de aterrizaje a los piratas del aire.El hecho de que los tres secuestradores hablasen entre ellos en árabe y que el primer destino que eligiesen fuese Teherán ha hecho pensar que se pueda tratar de iraníes. Este aspecto, así como la muerte de una persona durante el secuestro, fue confirmado en Madrid por el portavoz del Ministerio español del Interior, quien añadió que la policía española ofrecerá a la francesa toda la ayuda que precise. El pasado 24 de julio fueron detenidos en España cuatro presuntos terroristas iraníes que preparaban una acción en Francia contra líderes de la oposición al régimen del ayatolah Ruhola Jomeini.

El BoeIng 737, con 58 pasajeros y 6 tripulantes a bordo, fue desviado en primer lugar a Ginebra, donde aterrizó a las seis de la tarde. Los piratas del aire iban provistos de granadas. Mientras el avión estaba inmovilizado en el aeropuerto suizo, el comandante que tripulaba la nave, cuya identidad no ha sido revelada, anunció que había un muerto a bordo. Las autoridades suizas no quisieron confirmar esta información, aunque reconocieron que se había producido "un intercambio de golpes en la cabina del avión", informa la agencia France Presse.

El embajador de Irán en las Naciones Unidas en Ginebra, Nasrolah Kazemi Kamyab, quien se encontraba junto a las autoridades suizas en el aeropuerto de Ginebra, calificó el secuestro como "un acto de piratería". "Esto es por lo que no damos permiso a este vuelo a aterrizar en Teherán",. añadió, según informa la agencia Reuter.

La tensión a bordo del avión aumentó cuando la policía suiza trató de impedir el despegue del aparato. El comandante manifestó entonces: "No os haceis cargo de la situación que estamos viviendo aquí dentro".

Tras estas palabras, el desposito de combustible de la nave fue llenado con 16.000 litros de queroseno y se permitió su salida.

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Una vez en el aire, y después de conocer la negativa de las autoridades iraníes a recibirles, los piratas obligaron a poner rumbo a Beirut, cuyo aeropuerto fue posteriormente cerrado para impedir el aterrizaje de la nave secuestrada. Igual decisión adoptaron las autoridades del cercano aeropuerto de Damasco. A pesar de todo, los piratas del aire consiguieron tomar tierra en la capital libanesa, donde permanecían a la hora de cerrar esta edición.

Un empleado del aeropuerto de Ginebra pudo ver a uno de los secuestradores cuando éste abrió la puerta del avión para recoger unos documentos de vuelo que le entregó un representante de Air France. El empleado suizo describió al pirata aéreo como un hombre entre los 25 y 27 años, moreno, de pelo rizado y con bigote.

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