Un veterano de la guerra de Vietnam asesina a 20 personas en la mayor matanza de la historia de Estados Unidos

La pequeña comunidad californiana de San Ysidro, sita en las afueras de la ciudad de San Diego, casi en la frontera mexicana, fue escenario el miércoles de lo que la policía ha calificado como la mayor matanza, perpetrada por un solo hombre en un solo día, de la historia norteamericana: 20 personas asesinadas en una sola hora por un veterano de la guerra de Vietnam que al final fue abatido por la policía. Otras 20 personas resultaron heridas.

Hacia las cuatro de la tarde del miércoles (una de la madrugada del jueves, hora peninsular), un individuo, identificado como James Oliver H...

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La pequeña comunidad californiana de San Ysidro, sita en las afueras de la ciudad de San Diego, casi en la frontera mexicana, fue escenario el miércoles de lo que la policía ha calificado como la mayor matanza, perpetrada por un solo hombre en un solo día, de la historia norteamericana: 20 personas asesinadas en una sola hora por un veterano de la guerra de Vietnam que al final fue abatido por la policía. Otras 20 personas resultaron heridas.

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Hacia las cuatro de la tarde del miércoles (una de la madrugada del jueves, hora peninsular), un individuo, identificado como James Oliver Huberty, de 41 años, entró en una hamburguesería de la cadena McDonalds armado con un rifle de repetición semiautomático, una escopeta de postas y una pistola, se situó frente al mostrador y dijo: "Voy a mataros a todos", tras lo cual empezó a disparar al tiempo que giraba sobre sí mismo.Cuando se le acabó la munición de las dos armas largas que llevaba, sacó la pistola de su cinto y siguió disparando contra cualquier cosa que se moviera. Luego se hizo el silencio, mientras Huberty tranquilamente recargaba sus armas con la abundante munición que llevaba consigo, para seguir disparando desde el interior del restaurante durante más de una hora, hasta ser abatido por los disparos de tiradores de elite.

Las versiones de los testigos supervivientes son también contradictorias. Hay quienes aseguran que Huberty no pronunció ni una palabra, otros ponen en su boca la frase: "Cerdos, os voy a matar a todos", y algunos mantienen que dijo: "Maté a miles en Vietnam y voy a matar a 1.000 más". Pero, de momento, ni la policía ni las asociaciones de veteranos de la guerra de Vietnam han podido identificarle como tal. Todo lo que se sabe es que Huberty llegó a San Diego hace siete meses, procedente de la ciudad de Toledo, en el Estado de Ohio. Con él viajaron su mujer y dos hijas, de 14 y 11 años. Trabajó como guarda de un complejo de apartamentos hasta hace poco más de un mes, cuando fue despedido.

Otra versión de los hechos es que la matanza empezó en la calle, frente a la hamburguesería, y continuó luego en el interior , donde Huberty, tras acabar con la clientela, se hizo fuerte y siguió disparando indiscriminadamente contra objetivos diversos, incluso contra automóviles que circulaban por la autopista.

Indecisión policial

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En el exterior, pasados los primeros momentos de indecisión e incredulidad, más de 50 policías rodearon el lugar sin atreverse a disparar o acercarse, creyendo que el asesino mantenía rehenes. Éste es uno de los puntos que más controversia han levantado, pues durante más de una hora la policía no tomó ninguna decisión. Sólo cuando estuvo claro que no quedaban rehenes, tiradores especializados hicieron cinco disparos, que acabaron con su vida. Aun así, la policía esperó 10 minutos más antes de tomar al asalto el lugar.Aparte de las primeras muertes, que según unos, se produjeron al entrar Huberty en el local, y según otros, empezaron antes, en la calle, el resto se fue sucediendo esporádicamente. Tres niños de 10 a 12 años de edad, que estaban con sus bicicletas en la acera de enfrente, se convirtieron en el blanco de su locura.

Dos murieron, pero, inexplicablemente, al tercero, herido en una pierna, le fue perdonada la vida por el tirador, que le mantuvo inmóvil junto a sus amigos muertos durante casi una hora. También hubo quien se salvó dentro del restaurante: una mujer, que ha sobrevivido, consiguió en los primeros momentos entregar a su hija de pocos meses, herida en la cabeza, a una persona que consiguió huir del restaurante, aparentemente con el visto bueno del asesino. Las edades de los asesinados van desde los seis meses a los 60 años.

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