Boyer afirma que ni UGT ni la patronal piden al Gobierno otra política económica

El Ministro de Economía, Miguel Boyer, afirmó ayer que ni la Unión General de Trabajadores (UGT) ni la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) están pidiendo una política económica distinta a la del Gobierno y que las negociaciones para un futuro acuerdo social deben estar finalizadas antes del mes de setiembre con el fin de incluir en los Presupuestos Generales del Estado las aportaciones de sindicatos y patronal. Boyer reiteró que el Gobierno no tenía intención de modificar su política económica. Ayer mismo, el presidente del Gobierno, Felipe González, fue informado por...

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El Ministro de Economía, Miguel Boyer, afirmó ayer que ni la Unión General de Trabajadores (UGT) ni la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) están pidiendo una política económica distinta a la del Gobierno y que las negociaciones para un futuro acuerdo social deben estar finalizadas antes del mes de setiembre con el fin de incluir en los Presupuestos Generales del Estado las aportaciones de sindicatos y patronal. Boyer reiteró que el Gobierno no tenía intención de modificar su política económica. Ayer mismo, el presidente del Gobierno, Felipe González, fue informado por el ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, del estado de las negociaciones con empresarios y sindicatos para la consecución del acuerdo social.

Aunque no trascendió el contenido de esta entrevista, parece que el presidente del Gobierno solicitó al titular de Trabajo un informe sobre el resultado de estos primeros contactos, antes de tomar una decisión sobre la posible participación en las negociaciones con sindicatos y empresarios.La afirmación de que el Gobiemo no modificará su política económica también se hizo a los representantes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en la reunión que ayer mantuvieron con José Borrell y Miguel Ángel Fernández Ordóñez, secretarios de Estado del Ministerio de Economía.

Miguel Boyer, aunque admitió la posibilidad de trasladar a los presupuestos los aspectos negociados con sindicatos y patronal, advirtió que el acuerdo social era muy difícil dados los distintos planteamientos de cada parte. Pero subrayó que "desde las áreas más próximas al Gobierno, como puede ser el sindicato socialista, o desde la propia CEOE, no nos están demandando una política distinta", por lo que no era previsible que se produjera un giro sustancial en la misma.

Parecidas afirmaciones fueron efectuadas por José Borrell, secretario de Estado de Hacienda, y Miguel Ángel Fernández Ordóñez, secretario de Estado de Economía y Planificación a Juan Jiménez Aguilar, secretario general de CEOE y José Luis Cerón, miembro de la directiva patronal.

Juan Jiménez Aguilar afirmó al término de la reunión que ayer mantuvo con los representantes de Economía que no había observado cambios sustanciales en la política económica. Y de hecho no habían conseguido conocer los aspectos concretos de esta política. "únicamente", dijo, "sabemos que, aparentemente, el Gobierno va a continuar, en líneas generales los principios que han inspirado hasta ahora su política económica.

Los mismos objetivos

Jiménez Aguilar manifestó que los responsables de Economía habían asegurado que los objetivos para los próximos dos años seguían siendo prácticamente los mismos: contención de la inflación y moderación salarial. Y en política financiera las previsiones adelantadas por Fernández Ordóñez y Borrell apuntan hacia una continuidad con la seguida hasta ahora.Como dato positivo, los representantes de Economía advirtieron a los de la patronal que tuvieran en cuenta la reducción de tipos de interés adoptada en estos días por los principales bancos del país. La CEOE no considera suficiente estas medidas. En expresión gráfica, uno de sus máximos dirigentes comentó ayer con cierta ironía que "no podemos vender al pequeño empresario de provincias esta reducción de los tipos de interés".

En la delegación de CEOE, y a pesar de la parquedad con que se expresaron al término de la entrevista, era fácilmente apreciable un cierto desencanto sobre los resultados de la reunión. Tal vez porque como reconoció Jiménez Aguilar, "no sabemos nada que no supiéramos ya", y aquellos aspectos más concretos que la patronal hubiera querido conocer quedaron sin desvelar.

Temas cerrados

No obstante, fuentes de la CEOE aseguraron que la patronal acudirá a las próximas negociaciones, pero cada vez parecen más lejanas las posibilidades de acuerdo. Los grandes temas sobre los que la CEOE quiere negociar -precio del dinero, transferencias sociales o inversiones, mercado de trabajo- están, por las impresiones recogidas en la reunión de ayer, prácticamente cerrados y únicamente podrían hacerse pequeños retoques que en muy poco modificarían las grandes líneas de actuación.El propio ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, ante el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, insistió en esta idea de continuidad en la política económica seguida hasta ahora.

Almunia insistió en que era necesario un sacrificio salarial, no tan fuerte como el pasado año, por lo que, dada su escasa importancia, perderá valor en el conjunto del acuerdo. En este sentido hay que recordar que el escenario básico presentado por Boyer el pasado año a los interlocutores sociales preveía una pérdida salarial de 1,5 puntos en el 84, 0,5 puntos en 1985 y subidas iguales a la inflación en el último año de legislatura.

Por el momento, CEOE ve cada vez más dificil el pacto, CC OO pone condiciones que no son fácilmente asumibles por el Gobierno, aunque se basen en su propio programa electoral y UGT se encuentra dividida respecto a las posibilidades de acuerdo. Sectores de UGT verían con buenos ojos un acuerdo para los dos años de legislatura. Y ello, a pesar -e incluso a condición- de que CC OO quedara marginada de los mismos.

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