Un inválido denuncia que un médico de la Seguiridad Social le apaleó en un ambulatorio

Julián Frías Ortega, de 59 años, inválido de una pierna, con artrosis en codos y muñecas, en situación de baja por incapacidad ¡ahora¡ permanente, ha denunciado que un joven médico ayudante de la Seguridad Social le golpeó reiteradamente, en la tarde del pasado martes, en el ambulatorio situado en el número 155 de la avenida de Portugal, en el distrito de Carabanchel. Por su parte, el médico denunciado, que ayer se encontraba fuera de Madrid, en situación de baja laboral, afirmó en la comisaría de los Cármenes, donde se tramitan diligencias por este asunto, que el asegurado insultó al Insalud ...

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Julián Frías Ortega, de 59 años, inválido de una pierna, con artrosis en codos y muñecas, en situación de baja por incapacidad ¡ahora¡ permanente, ha denunciado que un joven médico ayudante de la Seguridad Social le golpeó reiteradamente, en la tarde del pasado martes, en el ambulatorio situado en el número 155 de la avenida de Portugal, en el distrito de Carabanchel. Por su parte, el médico denunciado, que ayer se encontraba fuera de Madrid, en situación de baja laboral, afirmó en la comisaría de los Cármenes, donde se tramitan diligencias por este asunto, que el asegurado insultó al Insalud antes del incidente.

Según ha relatado Julián Frías, a las tres de la tarde del pasado martes se presentó en compañía de su esposa en el ambulatorio citado. La esposa de Frías se había fracturado días atrás una muñeca. El matrimonio se colocó en la cola de los que esperaban ser atendidos en la consulta de traumatología, en la sala 104 de la primera planta del ambulatorio.Hacia las 15.25 horas, siempre según el testimonio de Frías le llegó el turno a su esposa. "Mi mujer y yo nos situamos delante de la puerta de la consulta, esperando ser llamados verbalmente o que se encendiera el piloto luminoso situado sobre el quicio, que indica que se puede pasar" dice Frías. Al instante, apareció en la puerta el doctor, un joven médico ayudante, cuyo nombre nadie ha querido revelar aunque se sabe que corresponde a las iniciales R. L. L., que "con muy malos modos" les dijo que pasaran.

"Una vez dentro", recuerda Frías, "se dirigió a mí y me preguntó por qué no habíamos entrado sin llamar, que él tenía mucha prisa y que había más gente esperando". Frías le respondió que "por cortesía y prudencia" habían esperado un aviso. "Entonces el médico me respondió que le dijera al ministro de Sanidad que pusiera una luz que funcionara. Yo le contesté que no tenía por qué decirle nada a ningún ministro, y añadí una interjección, que no iba dirigida contra el médico".

Patada en los testículos

Fue en ese momento, según Frías, el médico se arrojó contra él y le propinó una patada en los testículos. "Yo, la verdad, intenté responder, pero con mi cojera y mi artrosis, lo hice más mal que bien. Recibí puñetazos y patadas por todos lados". Separados los contendientes por el personal auxiliar, Frías salió a la antesala de espera, mientras su mujer quedaba dentro para la exploración de su muñeca fracturada."Pero, de repente, el médico se quitó la bata y le dijo a mi mujer que iba a enfrentarse a mí ,como un ciudadano cualquiera". Salió de la consulta y me sorprendió por la espalda", asegura el inválido. "Volvió a golpearme y sólo la intervención de los otros pacientes impidió que continuara". A Frías se le rompieron las gafas en el enfrentamiento.

El incidente terminó con la llegada de la policía, que había sido avisada por una enfermera.

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Julián Frías y su esposa fue ron a la casa de socorro del pa seo de Extremadura, donde los facultativos certificaron que presentaba erosiones y hemato mas en el antebrazo derecho pómulo izquierdo, ingle izquierda y testículos. Luego, siempre acompañados por los agentes de policía, los dos se personaron en la comisaría de los Cármenes, donde presentaron una denun cia contra el facultativo, cuyo contenido avalaron con su firma otras cuatro personas que se en contraban en el ambulatorio en espera de recibir atención médica y que presenciaron el desarrollo de los hechos.

El médico, de baja

En la mañana del miércoles se presentó el médico, de 30 años en la comisaría de los Cármenes. Presentó,un certificado en el que consta que sufre esguince en un dedo de la mano derecha y erosiones en el cuello. Según su testimonio en comisaría, Frías entró en su consulta "muy excitado y gritando contra el Insa lud" y a continuación le agredió.Ayer fue imposible hablar con el doctor, porque según informaron en el ambulatorio se encontraba fuera de Madrid, con la mano derecha escayolada, en situación de baja laboral.

José Oñorve, director del ambulatorio, informó ayer que ha abierto un expediente informativo en relación con el suceso. Añadió que, de momento, tan sólo conoce la versión del médico implicado y de la enfermera jefe del ambulatorio, según la cual, en la tarde del pasado martes el titular de la consulta de traumotología no acudió por enfermeidad a su trabajo y su ayudante tuvo que atender, altemativamente, a unas cuarenta personas en dos salas.

Frías y su esposa llegaron nerviosos al ambulatorio, porque la segunda, hemipléjica, tiene dificultades para caminar Oñorve reconoce que, en efecto no se pudo utilizar el sistema de silbato y luz para dar paso a los pacientes, lo que ya provocó un primer enfrentamiento verbal entre Frías y el ayudante medico.

Según la versión del médico y de la enfermera, el primero impidió que Julián Frías entrara en la consulta, y cerró la puerta con la mujer dentro, lo que molestó al marido. Frías golpeó la puerta, el médico salió y el inválido le llamó gilipollas. El médico volvió a la consulta.

Sin em bargo, Frías volvió a golpear y, según el médico, profirió "insultos repetidos a mi madre". El medico se quitó entonces la bata y salió fuera, donde ya se enfrentó fisicamente al asegurado. El doctor Oñorve manifestó que, como suele ocurrir en este tipo de enfrentamientos, las responsa'bilidades son confusas, pero señaló que el médico pudo cometer un error al responder a la provocación y salir de la consulta con ánimo de enfrentarse".

Por su parte, Francesc Raventós, director general del Insalud (Instituto Nacional de la Salud), declaró ayer a media tarde que desconocía el caso y que abriría una investigación. Raventós requirió a renglón seguido al director del ambulatorio la información de que disponía.

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