El Consejo de Ministros se celebra hoy en un ambiente de nerviosismo por la inminente remodelación del Gabinete

El Consejo de Ministros se reúne esta mañana en el palacio de la Moncloa en un ambiente de expectación y nerviosismo generalizados en toda la Administración, ante las crecientes informaciones que hablan de una inmediata remodelación ministerial. Fuentes de Presidencia expresaron ayer, no obstante, la creencia de que tal remodelación no sería anunciada hoy, ni siquiera a los miembros del Gabinete, que aún desconocen el alcance que tendrían los cambios en el actual equipo ministerial. Por su parte, Felipe González dijo anoche en el palacio de El Pardo, donde se reunió con el heredero de Arabia S...

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El Consejo de Ministros se reúne esta mañana en el palacio de la Moncloa en un ambiente de expectación y nerviosismo generalizados en toda la Administración, ante las crecientes informaciones que hablan de una inmediata remodelación ministerial. Fuentes de Presidencia expresaron ayer, no obstante, la creencia de que tal remodelación no sería anunciada hoy, ni siquiera a los miembros del Gabinete, que aún desconocen el alcance que tendrían los cambios en el actual equipo ministerial. Por su parte, Felipe González dijo anoche en el palacio de El Pardo, donde se reunió con el heredero de Arabia Saudí, en visita oficial a España, que no tiene decididos los cambios ministeriales, y calificó de "especulaciones" las noticias publicadas.

González negó ante los periodistas que haya propuesto al Rey los nombramientos para el nuevo Gobierno durante el despacho que ambos mantuvieron ayer. La comunicación al Monarca es preceptiva, según la Constitución, para introducir cambios en el Gabinete.Algunos ministros negaban aún ayer la probabilidad de que la remodelación sea inminente; es el caso del titular de Transportes, Turismo y Comunicaciones Enrique Barón, a quien todas las quinielas que se barajaban en los últimos días daban como casi seguro candidato al cese. Barón dijo ayer que la crisis "se ha montado fuera del Gabinete"; "se la están inventando desde fuera", aunque señaló que él, desde que comenzó su mandato como ministro, ha puesto el cargo a disposición del presidente. También el vicepresidente, Alfonso Guerra, en declaraciones a Radio Nacional, manifestó: "Digo exactamente que no hay ninguna remodelación del Gobierno. La Constitución atribuye esta competencia al presidente del Gobierno. Es al único al que se le puede preguntar, y yo creo que él ha dejado claro que no la hay". Estas manifestaciones de Guerra chocan con otras declaraciones privadas de diversos miembros del Gabinete y, concretamente, del titular de Economía, Hacienda y Comercio, Miguel Boyer, quien recientemente, durante un almuerzo con algunos informadores, dejó entrever la sensación de que "algo hay" tras las informaciones insistentemente difundidas por la Prensa.

La disparidad entre las palabras de los dos hombres fuertes del equipo de Felipe González ha impulsado las especulaciones en tomo a las divergencias entre ambos y sobre presuntas luchas por el poder en el seno del Gabinete. Según estas tesis, las noticias sobre la caída en desgracia de Barón vienen filtradas desde medios cercanos al superministro económico, con quien Barón mantuvo públicas discrepancias en el último año. Por el contrario, Guerra parece partidario de retrasar la remodelación, al menos hasta que ésta pueda convertirse en una verdadera crisis que permita la formación de un nuevo equipo duradero durante todo el resto de la legislatura.

Líneas maestras

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El presidente González comunicó hace algo más de dos semanas, al menos a dos de sus ministros más próximos -miembros ambos, además, de la comisión ejecutiva federal del PSOE-, las que podrían ser líneas maestras de la remodelación inmediata que planeaba: simple reestructuración para mejorar el funcionamiento del Gabinete, sin que los cambios afectasen a más de tres o cuatro departámentos. Se desconoce, no obstante, si acontecimientos o presiones posteriores han hecho variar este criterio. En todo caso, la habitual audiencia semanal celebrada ayer entre el Rey y Felipe González hizo que las especulaciones de todo tipo -algunas, notablemente disparatadas- volviesen a dispararse. Una fuente gubernamental se vio, incluso, obligada a desmentir hipótesis que hablaban de posibles reconversiones de ministerios en secretarías de Estado, recordando que un cambio en la estructura formal del Gobierno no puede hacerse sino mediante una ley previa.

La confusión reinante en todos los niveles de la Administración -obviamente, incluso dentro del propio Gobierno- hace que el funcionamiento del aparato del Estado haya comenzado a resentirse y que se vea imprescindible una pronta confirmación o desmentido oficial de la remodelación. La conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde el portavoz gubernamental responde habitualmente a cuantas cuestiones le son planteadas, puede constituir un buen momento para orientar a la opinión pública sobre una u otra posibilidad. El Gobierno parece haber aplazado, por otro lado, algunas decisiones importantes, pendientes desde hace semanas, como la aprobación de los proyectos de ley orgánica del Poder Judicial o de Colegios Profesionales. Ninguno de los dos textos ha sido incluido en el índice rojo de la reunión. Sí están recogidos en ese índice de urgencia el proyecto de ley sobre el Consejo General de Universidades y un real decreto sobre medidas de seguridad en establecimientos.

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