Exito del Partido Conservador, mientras se mantienen los adversarios de la CEE
Las elecciones europeas en Dinamarca se saldaron con un éxito para el Partido Conservador, del primer ministro Poul Schlueter, que ha duplicado su representación (de dos a cuatro escaños), mientras se ha confirmado la posición de los adversarios de la Comunidad Económica Europea (CEE).De esta forma, los contrarios a la CEE no han ganado lo suficiente como para permitirles actuar libremente, y no se plantea poner en causa la pertenencia de Dinamarca a las Comunidades Europeas, según han precisado tanto Schlueter como el jefe de la oposición socialdemócrata, Anker Joergensen, en sus primeras rea...
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Las elecciones europeas en Dinamarca se saldaron con un éxito para el Partido Conservador, del primer ministro Poul Schlueter, que ha duplicado su representación (de dos a cuatro escaños), mientras se ha confirmado la posición de los adversarios de la Comunidad Económica Europea (CEE).De esta forma, los contrarios a la CEE no han ganado lo suficiente como para permitirles actuar libremente, y no se plantea poner en causa la pertenencia de Dinamarca a las Comunidades Europeas, según han precisado tanto Schlueter como el jefe de la oposición socialdemócrata, Anker Joergensen, en sus primeras reacciones.
Polarización
La polarización a favor y en contra de la CEE, que ya se había percibido en las elecciones legislativas de enero pasado, se ha mantenido sin que las relaciones de fuerza hayan variado, según se considera en los medios políticos daneses. Los europeístas obtuvieron en total el 65,6% de los sufragios, mientras que el Movimiento Popular, contrario a la CEE, y sus aliados de extrema izquierda consiguieron el 34,4% de los votos.
Los europeistas (conservadores, socialdemócratas, liberales y Centro Democrático) tienen 10 escaños, mientras que los contrarios a la CEE (Movimiento Popular y socialistas del PPS) conservan sus cinco escaños anteriores.
Entre los primeros, los conservadores obtuvieron, como ya ocurrió en las elecciones legislativas de enero, el progreso más espectacular, con un 20,8% de los votos (un 6,8% más con relación a 1979). Los socialdemócratas consiguieron el 19,5% (descendiendo el 2,4%).