Seis carreteras nacionales bajo los arcos

. Actualmente la zona del acueducto segoviano es el núcleo principal del tráfico urbano de la capital y donde radican los principales problemas de circulación, debido a la convergencia de seis carreteras nacionales importantes (San Rafael, La Granja, Soria, Valladolid, Ávila y Arévalo), aparte del propio tráfico interior, cuyo centro también radica aquí, de donde parten los accesos más importantes al resto del casco urbano.La medida del corte de tráfico rodado bajo sus arcos ya fue ensayada por la anterior corporación, presidida por un alcalde de UCD, pero no tuvo la suficiente acogida popula...

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. Actualmente la zona del acueducto segoviano es el núcleo principal del tráfico urbano de la capital y donde radican los principales problemas de circulación, debido a la convergencia de seis carreteras nacionales importantes (San Rafael, La Granja, Soria, Valladolid, Ávila y Arévalo), aparte del propio tráfico interior, cuyo centro también radica aquí, de donde parten los accesos más importantes al resto del casco urbano.La medida del corte de tráfico rodado bajo sus arcos ya fue ensayada por la anterior corporación, presidida por un alcalde de UCD, pero no tuvo la suficiente acogida popular de los segovianos, pese a que fue realizada durante la época navideña, y ocasionó un gran caos circulatorio.

Sin embargo, en los últimos años, tanto la corporación municipal como un colectivo de ciudadanos intentan preservar el monumento más importante de la ciudad de posibles peligros, incluso de tipo urbanístico, por lo que la Dirección General de Bellas Artes decidió el verano pasado la paralización de un edificio que se construía con todos los permisos legales junto a la obra romana. Desde el municipio se vienen haciendo continuos llamamientos a la población para que utilice menos el vehículo privado en cortas distancias, con el fin de descongestionar el interior de la ciudad, que por sus características de monumental abunda en calles estrechas, algunas de las cuales se pretende que sean peatonales, entre ellas una parte de la plaza Mayor.

Una de las medidas ya adoptadas es el aparcamiento vigilado, con un sistema similar autorizado en la ORA de Madrid, que tiene como fin intentar reducir el uso del automóvil, pero, quizá por la comodidad del propio conductor, tampoco fue bien recibida.

Todos los intentos de la corporación municipal se centran ahora en dar soluciones a lo que resulta ya un problema grave para la ciudad, como es la circulación bajo el acueducto y por el casco antiguo, no sólo por el parque de vehículos local, sino por la afluencia continua de visitantes, por lo que se tiene proyectado un estudio profundo del tráfico interno de la ciudad, a cuya difícil situación hay que sumarle la escasez de aparcamientos.

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