Miguel Boyer revisa al alza, del 2,5% al 3%, las previsiones sobre el aumento del PIB en 1984

ENVIADO ESPECIAL El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, revisó ayer al alza -del 2,5% al 3%- las previsiones oficiales sobre el incremento del producto interior bruto (PIB) durante el año en curso. Boyer citó varias razones, especialmente la favorable evolución de las exportaciones y de la cosecha agrícola, como explicativas de esta ligera revisión en el crecimiento para la economía española. Asimismo, el ministro predijo la disminución de las tensiones en la política monetaria como consecuencia de la reducción del ritmo de aumento de las reservas españolas, que en la primera quince...

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ENVIADO ESPECIAL El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, revisó ayer al alza -del 2,5% al 3%- las previsiones oficiales sobre el incremento del producto interior bruto (PIB) durante el año en curso. Boyer citó varias razones, especialmente la favorable evolución de las exportaciones y de la cosecha agrícola, como explicativas de esta ligera revisión en el crecimiento para la economía española. Asimismo, el ministro predijo la disminución de las tensiones en la política monetaria como consecuencia de la reducción del ritmo de aumento de las reservas españolas, que en la primera quincena de mayo sólo se han incrementado en 200 millones de dólares.

En una reunión informativa poco después de intervenir ante la asamblea anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que concluyó ayer en París, el ministro ofreció datos muy concretos sobre la favorable evolución de la economía española en los primeros cuatro meses del año, destacando el incremento de un 30% en términos reales de las exportaciones españolas hasta el pasado 15 de mayo. Hasta esta misma fecha, las reservas españolas, que registraron un aumento de 2.000 millones de dólares en los primeros cuatro meses del año, han decrecido su ritmo de aumento, lo que ha alejado el temor a un distanciamiento de los objetivos monetarios en el curso del año.En cuanto a la ligera modificación de las previsiones en el crecimiento económico, el ministro de Economía y Hacienda destacó tres razones importantes que la explican: la evolución del comercio exterior, que en los cuatro primeros meses ha registrado un incremento del 30% en las exportaciones; un año agrícola que se presenta excepcionalmente bueno; y, por último, las expectativas sobre el crecimiento de la producción industrial, basadas en el aumento registrado en el consumo de energía eléctrica en el mismo período.

En su discurso ante la asamblea anual de la OCDE, Boyer fue mucho más cauto a la hora de hablar sobre la evolución del paro en España. El ministro dijo que esta variable está reaccionando tardíamente a las políticas aplicadas y que esto puede deberse a las medidas de reforma estructural de la economía española y a los errores cometidos en el pasado. No obstante, Boyer señaló que este año se podrá alcanzar la meta fijada de detener la destrucción neta de empleos y que el próximo año se podría registrar algún tímido incremento del nivel de empleo.

En declaraciones a la Prensa, el ministro español señaló que una de las incongruencias de la política seguida en España en el frente del empleo había sido que, con una tasa de paro que es la más alta que se registra ahora en Europa, el crecimiento de los salarios había sido a su vez también el más alto del área de los países de la OCDE.

Detener el crecimiento del paro

En su discurso, Miguel Boyer resaltó el hecho de que "Ia corrección de los desequilibrios macroeconómicos básicos de la economía española ha tenido lugar al mismo tiempo que una apreciable aceleración de la expansión económica", y anticipó que "la destrucción neta de empleos cesará en 1984, siempre y cuando se materialicen las perspectivas favorables que esperamos para nuestra zona".El ministro hizo una referencia también a la situación económica general de los países de la OCDE y, tras destacar el crecimiento registrado en Estados Unidos, señaló que existe un peligro de que se produzca un nuevo resurgimiento de la inflación en el seno de la OCDE. Otro riesgo que resaltó el ministro fue el del endurecimiento de la política monetaria en algunos países como consecuencia del elevado déficit presupuestario que están registrando y, sin mencionar a Estados Unidos, señaló que "todo ello llevaría como consecuencia inexorable al aumento de los actuales tipos de interés, que actualmente se sitúan a un nivel elevado".

"La solución de nuestros problemas económicos y la equidad en el reparto de sus costes", dijo Boyer, refiriéndose a la situación económica general de la OCDE, "pasan por una mayor disciplina presupuestaria". Según Boyer, los altos tipos de interés están frenando la recuperación de la inversión fija en muchos países, lo que ha hecho que esta variable apenas haya contribuido al crecimiento económico en 1983 en Europa, y parece que vaya a hacerlo sensiblemente en 1984.

En cuanto a las recomendaciones sobre política económica que parecen desprenderse de esta reunión de la OCDE, el ministro español resaltó las siguientes: es necesaria una mayor flexibilidad del mercado ole trabajo, los gastos sociales no deben seguir incrernentándose en las tasas anteriores, los déficits de las empresas públicas y de las comunidades administrativas tienen que ser controladas, es necesaria una mayor liberalización del comercio internacional, que se debe matizar en el levantamiento de barreras arancelarias, sector a sector y posiblemente producto a producto, y, por último, es necesario el fortalecimiento de una conciencia colectiva de que todos los esfuerzos en política económica deben estar coordinados.

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