La niña vasca a quien se trasplantó el hígado ha sufrido una parada cardiorrespiratoria

Estíbaliz Arzanegui, de 12 años de edad, la niña de Guernica a quien los cirujanos Eduard Jaurrieta, y Antoni Margarit trasplantaron el hígado el pasado 24 de marzo en Barcelona, se encontraba en la tarde de ayer en estado grave a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio que sufrió el viernes.La niña está ingresada en la unidad de cuidados intensivos, intubada y sedada. El doctor Jaurrieta manifestó ayer por la tarde que el estado de Estíbaliz era muy preocupante, pero añadió que ni él ni el doctor Margarit habían perdido la espera de que se recupere.

Estíbaliz Arzanegui evolucionaba...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Estíbaliz Arzanegui, de 12 años de edad, la niña de Guernica a quien los cirujanos Eduard Jaurrieta, y Antoni Margarit trasplantaron el hígado el pasado 24 de marzo en Barcelona, se encontraba en la tarde de ayer en estado grave a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio que sufrió el viernes.La niña está ingresada en la unidad de cuidados intensivos, intubada y sedada. El doctor Jaurrieta manifestó ayer por la tarde que el estado de Estíbaliz era muy preocupante, pero añadió que ni él ni el doctor Margarit habían perdido la espera de que se recupere.

Estíbaliz Arzanegui evolucionaba muy bien durante la última semana, después de haber superado una persistente crisis de rechazo que había agravado su estado durante algún tiempo. El viernes por la mañana, sin embargo, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para drenarle una flístula biliar. Al retirarle uno de los tubos de drenaje, una parte de la bilis salió de su conducto normal e invadió el peritoneo, lo que provocó la aparición de astitis. La intervención consistió en drenar parte del líquido del vientre hacia el exterior, y no fue considerada en ningún momento como una complicación especialmente grave.

Unas horas después de terminada la operación, sin embargo, Estíbaliz sufrió una crisis comicial (de tipo epiléptico).

Tras las convulsiones, sufrió un paro cardiorrespiratorio del que pudo recuperarse a los pocos segundos, aunque tuvo que ser intubada de nuevo. Desde entonces permanece altamente sedada, para evitar que vuelvan a repetirse las convulsiones. Ello impide saber qué grado de lesión le ha provocado en el cerebro el paro cardiorrespiratorio.

Las otras tres personas -un hombre y dos mujeres- a quienes el equipo de los doctores Margarit y Jaurrieta ha trasplantado el hígado, evolucionan muy favorablemente. Juan Cuenca se encuentra ya en su casa y lleva una vida prácticamente normal. En cuanto a las dos enfermas, una se halla en la unidad de trasplantes, sin complicación alguna; y la otra, Juana Piedehierro Morgado, saldrá mañana de la unidad de cuidados intensivos. También evoluciona favorablemente Juan Alarcón, de 29 años a quien le fue trasplantado el corazón en el hospital de Sant Pau el pasado día 9.

Archivado En