Cartas al director

Empresas turísticas

En julio de 1983 contrato un viaje a Canarias con una empresa del ramo. La picaresca y el engaño fue la tónica durante 12 días (puesto que contraté 14 y nos escamotearon dos).Cuando llegué a Madrid hice las reclamaciones a la Secretaría General de Turismo. Me acusaron recibo, me tuvieron al corriente del proceso y me notificaron la resolución del expediente con una seriedad y eficiencia dignas de ser manifestadas.

No obstante el rigor con que han procedido, se ve claramente el poco margen de que disponen para sancionar adecuadamente, puesto que los ingresos recibidos por el fraude a tan...

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En julio de 1983 contrato un viaje a Canarias con una empresa del ramo. La picaresca y el engaño fue la tónica durante 12 días (puesto que contraté 14 y nos escamotearon dos).Cuando llegué a Madrid hice las reclamaciones a la Secretaría General de Turismo. Me acusaron recibo, me tuvieron al corriente del proceso y me notificaron la resolución del expediente con una seriedad y eficiencia dignas de ser manifestadas.

No obstante el rigor con que han procedido, se ve claramente el poco margen de que disponen para sancionar adecuadamente, puesto que los ingresos recibidos por el fraude a tantas personas que íbamos en el grupo, en comparación con la multa impuesta (30.000 pesetas), estimulan a repetirlo, con ganancias, tantas veces como quieran. /

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