Guerra entra en la campaña diciendo que Pujol y Fraga son "lo más cavernícola" del país

El vicepresidente del Gobierno y vicesecretario del PSOE, Alfonso Guerra, inició ayer su participación en la campaña electoral catalana. Guerra, que volverá el día 24, centrará su actividad en el cinturón industrial de Barcelona, en las ciudades donde el porcentaje de inmigración es más elevado, e intentará retener el voto de quienes, tras respaldar al PSOE en las legislativas del 28 de octubre de 1982, piensen ahora en cambiar su voto o en abstenerse. Ayer intervino en dos mítines, en Sant Adriá del Besos, de alcalde socialista, y en Santa Coloma de Gramenet, donde el alcalde es del PSUC. Gue...

El vicepresidente del Gobierno y vicesecretario del PSOE, Alfonso Guerra, inició ayer su participación en la campaña electoral catalana. Guerra, que volverá el día 24, centrará su actividad en el cinturón industrial de Barcelona, en las ciudades donde el porcentaje de inmigración es más elevado, e intentará retener el voto de quienes, tras respaldar al PSOE en las legislativas del 28 de octubre de 1982, piensen ahora en cambiar su voto o en abstenerse. Ayer intervino en dos mítines, en Sant Adriá del Besos, de alcalde socialista, y en Santa Coloma de Gramenet, donde el alcalde es del PSUC. Guerra hizo su entrada en la campaña llamando "cavernícolas" a Jordi Pujol, presidente de la Generalitat, y Manuel Fraga, presidente de Alianza Popular.

"Jordi Pujol y Manuel Fraga son lo más reaccionario y cavernícola de este país", sentenció Alfonso Guerra en el curso del acto electoral del PSC en Sant Adriá. Guerra se disculpó porque "no parlaré en catalá perque no el sé. Tampoco en castellano, porque casi no lo sé, sino en andaluz".Aunque comenzó diciendo que "no os preocupéis que no me voy a meter con nadie", arremetió con dureza contra los dirigentes de Convergéncia i Unió (CiU) y Alianza Popular (AP), a los que constantemente emparejó en sus citas. De Pujol dijo que "ya sabéis que tiene como consejero a un mosén (en alusión a mosén Fenosa) y hasta parece que consulta la bola para los asuntos de la Generalitat". En cuanto a Fraga, lo emparentó con "sus niños neonazis de flequillos, que vienen por aquí como los representantes de la dictadura y el fascismo". Al mitin asistieron más de 1.000 personas, entre las que se encontraba el vicecónsul de los EE UU.

Respecto a las relaciones entre el Gobierno de la Generalitat y el Gobierno central, el vicepresidente aseguró que "gobierne quien gobierne aquí nosotros intentaremos ayudar en los problemas de Cataluña", pero añadió que "los socialistas tendrán una actitud distinta y podrán llegar a un acuerdo con el Gobierno español, puesto que no habrá enfrentamientos de clase".

Guerra negó que sea "la bota de Madrid la que no deje vivir a Cataluña" sino que "ellos, el Gobierno de Pujol, son la bota que aplasta a Cataluña". "Nosotros -continuó- no tenemos ningún amo al que servir, más que el pueblo que nos vota". En otro momento de su intervención, preguntó a los asistentes: "¿Sabéis que el 45% de los empresarios no han declarado nunca a Hacienda?".

Por su parte, el candidato socialista a presidir la Generalitat, Raimon Obiols, había advertido que existe el peligro para el PSC de que, aunque sea el partido más votado, si CiU y AP conjuntamente consiguieran más escaños nos jugarían la mala pasada de dejamos en la oposición". Obiols reconoció que "el primer adversario nuestro es la abstención. El voto de la abstención se entrega en bandeja a Fraga y a Pujol".

El 'victimismo' de CiU

Previamente, Alfonso Guerra había manifestado en una conferencia de prensa celebrada a su llegada a Barcelona que el comportamiento del Gobierno de CiU durante estos cuatro años había sido victimista. "Con el Gobierno Pujol, Cataluña ha experimentado un cierto retroceso. En 1977, cuando se recuperó la libertad, existía una euforia para contribuir a la construcción de una Cataluña diferente. Esto hoy ha decaído. Hay como un agotamiento de este espíritu catalán".Guerra acusó al Gobierno catalán de no haber favorecido con su actitud política la necesaria integración de todos los catalanes, más bien se ha creado un descontento y se ha organizado todo de manera inversa".