Cartas al director

El País Vasco, desde fuera

Martes 26 de febrero de 1984: los más importantes medios de comunicación belga dan cumplida y amplia información sobre las elecciones autonómicas en el País Vasco. Todos ellos son unánimes en resaltar el clima lúgubre dans les elections de la peur (en las elecciones del miedo), tras los últimos y dramáticos acontecimientos.Lunes 5 de marzo de 1984: el presidente del Gobierno español, don Felipe González, inicia en Bélgica las conversaciones con su homólogo el primer ministro Wilfried Martens. Tema prioritario: el País Vasco. Objetivos: 1) negociar la posibilidad de extradición de tres m...

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Martes 26 de febrero de 1984: los más importantes medios de comunicación belga dan cumplida y amplia información sobre las elecciones autonómicas en el País Vasco. Todos ellos son unánimes en resaltar el clima lúgubre dans les elections de la peur (en las elecciones del miedo), tras los últimos y dramáticos acontecimientos.Lunes 5 de marzo de 1984: el presidente del Gobierno español, don Felipe González, inicia en Bélgica las conversaciones con su homólogo el primer ministro Wilfried Martens. Tema prioritario: el País Vasco. Objetivos: 1) negociar la posibilidad de extradición de tres miembros de la organización independentista vasca ETA, apresados en Amberes por presunto tráfico de armas. 2) Insistir de manera severa sobre la necesidad de una lucha coordinada a nivel internacional contra el terrorismo.

Lunes 19 de marzo de 1984: de nuevo las noticias procedentes de España se centran en las acciones violentas, acometidas esta vez por grupos de pesqueros vascos contra camiones de matrícula francesa, en revancha`de las agresiones sufridas días antes en el conflicto pesquero franco-español.

Cuando llegan a mi país noticias de España, desgraciadamente el País Vasco es el tema que se adivina sujeto, y digo bien, desgraciadamente, puesto que en verdad suele ir asociado a la violencia, al miedo y a la inseguridad desde hace demasiados años.

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Sin embargo, y a pesar de todo ello, quiero con esta carta llamar la atención de todos los ciudadanos vascos para que no olviden que desde fuera algunos tenemos confianza y esperanza en ellos, porque sabemos que son gente amante del trabajo, de la libertad y de la paz y que por ella y por su pueblo no van a escatimar esfuerzos ni sudores por encontrar una solución democrática primero y pacífica antes, a su tan sufrida situación. /

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