Cartas al director

Los cubanos de Miami

Ante la cantidad de información aparecida recientemente en su periódico respecto a la isla de Cuba, sus dirigentes y habitantes, que ya me instó a escribir a don Manuel Vicent, invitándole a un ron, creo que se comete una injusticia al dejar de lado -es decir, no informar- a los otros cubanos, que son dos millones.En Miami, que es la ciudad donde mayoritariamente residen los cubanos del exilio, existen dos grupos armados que de, cuando en cuando, son capaces de comprar una lancha y realizar incursiones kamikazes sobre la isla, consiguiendo tan sólo dar pie a la décima de Fidel, que es, ...

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Ante la cantidad de información aparecida recientemente en su periódico respecto a la isla de Cuba, sus dirigentes y habitantes, que ya me instó a escribir a don Manuel Vicent, invitándole a un ron, creo que se comete una injusticia al dejar de lado -es decir, no informar- a los otros cubanos, que son dos millones.En Miami, que es la ciudad donde mayoritariamente residen los cubanos del exilio, existen dos grupos armados que de, cuando en cuando, son capaces de comprar una lancha y realizar incursiones kamikazes sobre la isla, consiguiendo tan sólo dar pie a la décima de Fidel, que es, hace ya 25 años, la de un próximo e inminente ataque estadounidense, copla que, por otra parte, tiene bastante cansados a los ciudadanos de la isla y que ha restado a sus estómagos muchas calorías, canjeadas por armamento soviético.

En Miami viven también gran parte de los componentes de la diáspora del Mariel y la Embajada de Perú (¡100.000 personas, de sopetón!), muchos de los cuales se han creído que todo el monte es orégano, y son gánsteres de mano armada.

En Miami viven, por último, abogados, cantantes de ópera, ingenieros, profesores, médicos... y también carpinteros, taxistas, fontaneros y agricultores, es decir, guajiros que han decidido exiliarse porque en Cuba es imposible mejorar sus condiciones de vida o disentir de la ideología que mantiene el aparato del Estado.

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Yo soy uno de esos dos millones de cubanos que se vio, en 1961, teniendo ocho años, envuelto en la vorágine, y que convivo intermitentemente con los cubanos de Miami, y veo que allí quieren seguir llamándose cubanos hasta la muerte. Sé muy bien que la mentalidad del exilio es conservadora, lo cual, por otra parte, es lógico, teniendo en cuenta que la mayoría de ellos apostó por una democracia que luego se les volvió férrea dictadura. /

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