El electoralismo

La actual campaña de CiU se dedica a recordar las promesas socialistas, en lugar de decimos cuáles son las suyas. CiU no tiene en cuenta que hasta el final de la legislatura no son exigibles las promesas, pues no hay un calendario previo, y mientras preguntan por los 800.000 puestos de trabajo esgrimidos por el PSOE, no dicen nada de los 90.000 prometidos por CiU hace cuatro años, y que sí son exigibles ahora. También preguntan por la salida de la OTAN, cuando no estaríamos dentro si CiU hubiese votado en contra del ingreso, etcétera. Según CiU, las obras efectuadas estos cuatro años en Catalu...

La actual campaña de CiU se dedica a recordar las promesas socialistas, en lugar de decimos cuáles son las suyas. CiU no tiene en cuenta que hasta el final de la legislatura no son exigibles las promesas, pues no hay un calendario previo, y mientras preguntan por los 800.000 puestos de trabajo esgrimidos por el PSOE, no dicen nada de los 90.000 prometidos por CiU hace cuatro años, y que sí son exigibles ahora. También preguntan por la salida de la OTAN, cuando no estaríamos dentro si CiU hubiese votado en contra del ingreso, etcétera. Según CiU, las obras efectuadas estos cuatro años en Cataluña no han costado nada al contribuyente catalán. ¿Puede decir quién las pagó? Muchos profesores de lengua catalana para adultos no perciben sus salarios desde hace cinco meses. No nos aclaran tampoco lo del agujero de 100.000 millones de pesetas, ni las deudas de la Seguridad Social, ni la pésima gestión de Banca Catalana, como callan los móviles que llevaron a adquirir unos trenes en Suiza, cuando podrían haber sido construidos por La Maquinista Terrestre.Los de Pujol silencian que con los socialistas en España han aumentado las exportaciones, reduciéndose el déficit comercial en un 49,17%; ha mejorado la situación económica; la enseñanza será gratuita gracias a la LODE; la justicia será gratuita para familias con ingresos mensuales inferiores a 135.000 pesetas; se prepara la formación profesional de los reclusos; las pensiones más bajas se han visto aumentadas en 1983 en un 16%, una cantidad sin precedentes, y en 1984, en el 11%; muchos minusválidos (que no tenían ninguna ayuda y otros que percibían 3.000 pesetas) perciben 10.000 pesetas... Aunque se han perdido puestos de trabajo, habrían sido muchos más si el Gobierno no hubiera tenido la valentía que a los anteriores les faltó con Rumasa. /