SANIDAD

El segundo trasplante de hígado en España se realizó ayer en la residencia de Bellvitge de Barcelona

La operación de trasplante de hígado a una niña de 12 años, natural de Vizcaya, que padecía un carcinoma hepático concluyó a última hora de la tarde de ayer en la residencia de la Seguridad Social Príncipes de España, de Bellvitge (Barcelona), tras nueve horas de intervención quirúrjica. Apenas 24 horas antes, el padre de la niña había efectuado un patético llamamiento a través del programa de televisión Informe Semanal reclamando un donante de hígado para efectuar el trasplante a la niña, sin el cual no podría salvarse su vida. Se trata del segundo trasplante de hígado efectuado en España. El...

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La operación de trasplante de hígado a una niña de 12 años, natural de Vizcaya, que padecía un carcinoma hepático concluyó a última hora de la tarde de ayer en la residencia de la Seguridad Social Príncipes de España, de Bellvitge (Barcelona), tras nueve horas de intervención quirúrjica. Apenas 24 horas antes, el padre de la niña había efectuado un patético llamamiento a través del programa de televisión Informe Semanal reclamando un donante de hígado para efectuar el trasplante a la niña, sin el cual no podría salvarse su vida. Se trata del segundo trasplante de hígado efectuado en España. El primero, a cargo del mismo equipo médico, fue realizado el 23 de febrero pasado.

Unas horas antes de la operación de trasplante, un niño de 10 años iba en bicicleta por una carretera de la ciudad de Reus (Tarragona) cuando chocó frontalmente contra un turismo que circulaba en dirección, contraria. Herido de extrema gravedad, el niño fue trasladado con toda urgencia al hospital de Reus y posteriormente a la residencia Valle de Hebrón, en Barcelona, donde falleció.El hígado de este niño fue trasplantado ayer a la niña internada en el hospital de Bellvitge. La operación la realizaron los doctores Carles Margarit y Eduardo Jaurrieta, los mismos que efectuaron el primer trasplante de hígado en España. Su paciente, un hombre de 52 años aquejado también de cáncer de hígado, ha reaccionado bien.

Una vez que el equipo que atendía al niño de Reus comprobó que su electroencefalograma era plano y que entraba en un estado de coma terminal, la doctora Rosa Deulofeu, coordinadora del programa de trasplante infantil de la Generalitat, se puso en contacto con la familia del niño. La doctora preguntó a los familiares si, en caso de morir el niño, estarían dispuestos a donar los riñones para efectuar un trasplante a alguno de los 30 niños menores de 15 años que padecen en Cataluña insuficiencia renal. En aquel momento, los padres del niño se encontraban bajo un fuerte choque emocional, pero se mostraron predispuestos a efectuar la donación.

Muerte cerebral

La legislación vigente exige que la extracción de un órgano debe ir precedida de la declaración de muerte cerebral, para la cual es preceptivo la realización de dos encefalogramas en el espacio mínimo de seis horas, y que ambos sean planos. Cuando el encefalograma es plano durante un tiempo tan prolongado, se considera que el proceso es ya irreversible, aunque se mantenga activo el corazón utilizando drogas.Mientras el niño de Reus se encontraba en este proceso irreversible, un médico de la residencia Valle Hebrón llamó a la doctora Deulofeu para decirle que acababa de ver en la televisión el llamamiento de los padres de la niña aquejada de cáncer de hígado. La doctora Deulofeu telefoneó inmediatamente a la residencia de Bellvitge, donde el doctor Jaurrieta le confirmó que, efectivamente, estaban intentando encontrar un órgano para efectuar el trasplante, y que la operación era urgente.

Hacia la una de la madrugada, el segundo encefalograma practicado al niño accidentado fue también plano. La doctora Deulofeu se puso de nuevo en contacto con la familia del niño para comunicarle que estaba cerebralmente muerto y que en esta ocasión, además de la petición de los riñones, se veía obligada a plantearles también que si accedían a efectuar la donación del hígado podría salvarse la vida de una niña.

Ante el asentimiento de la familia, se inició la compleja tramitación legal que este tipo de intervenciones requiere. A las 3.30 de la madrugada llegaron a la clínica infantil de la residencia Valle de Hebrón el juez de guardia y el forense, doctor Rodríguez Pazos, quien certificó la muerte cerebral del niño. Los padres ratificaron ante el juez la autorización.

A las ocho de la mañana se inició la operación de extracción de órganos, que se prolongó hasta las 12.30. Muestras de los tejidos y de la sangre del niño fueron enviadas al hospital Clínico de Barcelona para su clasificación. En cuanto estas pruebas fueron realizadas se inició el trasplante.

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