Ante la Conferencia de Reconciliación Nacional de Líbano

Gemayel espera conseguir en Suiza la verdadera paz para su país

Las medidas de seguridad son extraordinariamente severas en la ciudad suiza de Lausana, donde hoy se inicia la Conferencia de Reconciliación Nacional Libanesa. Unos 800 policías, cantonales y municipales, se encargan de la vigilancia y del control de los accesos al lujoso hotel donde se celebrará el encuentro del que el presidente libanés, Amín Gemayel, manifestó ayer que espera lleve "la verdadera paz a un pueblo que la necesita, a un pueblo que ha sufrido al servicio de la paz".Un helicóptero sobrevuela la zona. Varios coches-patrulla vigilan permanentemente. Dentro y fuera del perímetro de ...

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Las medidas de seguridad son extraordinariamente severas en la ciudad suiza de Lausana, donde hoy se inicia la Conferencia de Reconciliación Nacional Libanesa. Unos 800 policías, cantonales y municipales, se encargan de la vigilancia y del control de los accesos al lujoso hotel donde se celebrará el encuentro del que el presidente libanés, Amín Gemayel, manifestó ayer que espera lleve "la verdadera paz a un pueblo que la necesita, a un pueblo que ha sufrido al servicio de la paz".Un helicóptero sobrevuela la zona. Varios coches-patrulla vigilan permanentemente. Dentro y fuera del perímetro de seguridad de la zona, los puestos de vigilancia son numerosos. Los tiradores de elite permanecen atrincherados en lugares clave.

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Frente a frente se encontrarán cuatro maronitas, encabezados por el presidente, Amín Gemayel; dos sunitas; otros dos chiitas, y el jefe de los drusos, Walid Jumblat, quien ayer, a su llegada a Suiza, no ocultó "un cierto escepticismo".

El presidente Gemayel, que llegó en helicóptero a Lausana, manifestó que acudía a la conferencia con la esperanza de que "pronto pueda anunciar buenas noticias", en tanto que su padre, Pierre Gemayel, aseguraba la víspera que el entendimiento sólo sería posible si las partes "mantienen una actitud constructiva".

El ex presidente de la República, Camille Chamoun, dice albergar "grandes esperanzas". Para el ex primer ministro Saeb Salam "la tarea es ardua", pero "no debemos claudicar frente a las dificultades". El líder chiita Adel Osseiran, sostiene que es necesario ser prudente "y ver cómo se desarrollan las cosas". Soleiman Frangie, miembro del Frente de Salvación Nacional, expresa el deseo de que la conferencia concluya con éxito y se obtenga "un acuerdo perfecto entre todos los partidos".

El ex primer ministro, Rachid Karame se declara, asimismo, optimista y advierte que si la reunión de Ginebra había sido todo un éxito, la de Lausana no puede fracasar. Por último, Nabili Berri, jefe del movimiento Amal, precisa que "todos estamos empeñados en encontrar una fórmula de convivencia y compromiso que pueda traer la paz y la justicia a Líbano".

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