Detenido en Ginebra el secuestrador de un avión con 68 personas a bordo

Tras casi cinco horas de expectación, angustia y nervios, la policía cantonal de Ginebra, que disfrazó a sus hombres de camareros, consiguió detener ayer al pirata del aire que, a primeras horas del mañana había secuestrado un Boeing de Air France cuando efectuaba el vuelo Frankfurt-París con 62 pasajeros a bordo y una tripulación de seis miembros. El secuestrador portaba un pasaporte argelino a nombre de Alí Chora, nacido en 1956 y con residencia actual en Darmstadt, República Federal de Alemania.El avión aterrizó en el aeropuerto de Ginebra-Cointrin hacia las nueve menos cuarto. Inmediatamen...

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Tras casi cinco horas de expectación, angustia y nervios, la policía cantonal de Ginebra, que disfrazó a sus hombres de camareros, consiguió detener ayer al pirata del aire que, a primeras horas del mañana había secuestrado un Boeing de Air France cuando efectuaba el vuelo Frankfurt-París con 62 pasajeros a bordo y una tripulación de seis miembros. El secuestrador portaba un pasaporte argelino a nombre de Alí Chora, nacido en 1956 y con residencia actual en Darmstadt, República Federal de Alemania.El avión aterrizó en el aeropuerto de Ginebra-Cointrin hacia las nueve menos cuarto. Inmediatamente después fue alertado el Estado Mayor de Crisis, que desde la torre de control se puso en contacto con el terrorista, cuya única exigencia era respostar keroseno y continuar viaje a Trípoli (Libia).

Las autoridades suizas, antes de entrar en negociaciones, pidieron la liberación de todas las mujeres, a lo que accedió el pirata del aire. Aproximadamente una hora después abandonaban el avión siete pasajeros que manifestaron que el secuestrador era un joven de aproximadamente 30 años, de tez morena, políglota y con acento árabe.

La liberación se produjo a las 14.41 hora peninsular española cuando el pirata exigió bebidas y provisiones. La policía, entremezclada con los camareros y disfrazada con sus mismos atuendos subió a bordo sin despertar sospechas. Luego, en cuestión de segundos, consiguió paralizar al secuestrador y liberar a los 55 pasajeros y a la tripulación.

Según el portavoz del Estado Mayor de Crisis, Marcel Vaudroz, el pirata del aire no tenía ni explosivos ni armas. Un simple cuchillo fue suficiente para intimidar al piloto. El interrogatorio ha permitido determinar que el secuestro no obedeció a motivos políticos.

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