Felipe González conversó 50 minutos en Amman con Yasir Arafat sobre los problemas de Oriente Próximo

Cincuenta minutos de entrevista con el líder palestino Yasir Arafat sirvieron para cerrar el primer viaje por Oriente Próximo del presidente del Gobierno español, Felipe González. La coincidencia de ambos en Amman permitió dar un final simbólico a este viaje, en el que el Gobierno español se ha puesto claramente del lado de los países moderados de la zona. Por otro lado, el presidente desmintió a su llegada ayer a Madrid, a preguntas de un informador, que se hubiesen producido la dimisión de los ministros de Defensa e Industria, cuyos titulares son, respectivamente, Narcís Serra y Carlos Solch...

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Cincuenta minutos de entrevista con el líder palestino Yasir Arafat sirvieron para cerrar el primer viaje por Oriente Próximo del presidente del Gobierno español, Felipe González. La coincidencia de ambos en Amman permitió dar un final simbólico a este viaje, en el que el Gobierno español se ha puesto claramente del lado de los países moderados de la zona. Por otro lado, el presidente desmintió a su llegada ayer a Madrid, a preguntas de un informador, que se hubiesen producido la dimisión de los ministros de Defensa e Industria, cuyos titulares son, respectivamente, Narcís Serra y Carlos Solchaga. Sobre este asunto afirmó González que "no hay nada de nada" y son un "montaje publicitario" según informa Efe.

Ayer, cinco minutos antes del mediodía en Amman (una hora menos en Madrid), Yasir Arafat llegaba, vestido de uniforme militar, a la Embajada de España en esa capital.Desde el inicio de su viaje a Oriente Próximo, el pasado domingo, Felipe González afirmó que no tenía ningún inconveniente en ver a Arafat, aprovechando que éste se encontraba en Amman, invitado por el rey jordano Hussein. Los palestinos, al parecer, se habían inicialmente resistido a tomar la iniciativa. La otra posibilidad -que consistía en que el propio rey Hussein citara juntos a Arafat y González- no había llegado a producirse tampoco. El presidente del Gobierno, que se encontraba como huésped en Amman, tampoco parecía querer tomar la iniciativa. A partir de ahí, comenzó un sutil tira y afloja diplomático que sólo terminó ayer por la mañana, cuando un representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) llamó a la Embajada de España en Amman pidiendo formalmente una cita entre su líder, Yasir Arafat, y el presidente del Gobierno español.

González y Arafat -según fuentes españolas- hablaron en general sobre los problemas de Oriente Próximo. El líder palestino -como el resto de las autoridades árabes que estos días conversaron con el presidente español- parecía especialmente preocupado por el empeoramiento del conflicto Irán-Irak según fuentes españolas. Al parecer, Arafat dijo a González que conocía sus intentos de moderar la posición norteamericana sobre los problemas de Centroamérica, y sugirió que adoptara una posición-puente similar sobre los problemas de Oriente Próximo. El día anterior, el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, príncipe Saud Al Faisal, había afirmado ya, en el mismo sentido, que España podía aprovechar los conocimientos que, posee por su vieja relación con el mundo árabe para tratar de explicar estos problemas al resto de Occidente.

Felipe González expuso la misma tesis que vino repitiendo con sus interlocutores árabes durante los últimos días sobre la posibilidad de conciliar los dos planes existentes sobre el problema palestino: el de la cumbre árabe de Fez y el del presidente norteamericano, Ronald Reagan, que difieren, según el presidente español, en determinados matices que son fáciles de superar. Mientras el primero habla de un Estado palestino independiente, el segundo prevé sólo un régimen de autonomía para Cisjordania y Gaza, regiones ocupadas por Israel. Esta última tesis, según fuentes españolas, no es del todo mal vista por Arafat, aunque la prudencia le obligue a no pronunciarse, quizá por temor a las reacciones de los sectores palestinos más radicales.

El futuro intercambio de embajadores entre España e Israel no ocupó ningún espacio en la conversación Arafat-González, según fuentes españolas. Sin embargo, el líder palestino afirmó tras la marcha del presidente, que González le "garantizó la firmeza de la postura de su Gobierno y de su partido, que, en primer lugar y ante todo, insisten en la realización de los derechos del pueblo palestino".

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