La 'Iarga marcha' hacia el despacho oval

Las elecciones políticas norteamericanas se caracterizan por su larga duración y por el complejo proceso electoral, en un país que cuenta con 50 Estados, una estructura política federal y un bipartidismo político tradicional, entre demócratas y republicanos, que no logran romper otras candidaturas a la elección presidencial.Para llegar a la Casa Blanca, sede del presidente de EE UU, en Washington, distrito de Columbia, primero cuenta tener un buen bagaje político, de senador o gobernador preferentemente. Después hay que ir preparando, a años vista, los clanes dentro de los partidos. A continua...

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Las elecciones políticas norteamericanas se caracterizan por su larga duración y por el complejo proceso electoral, en un país que cuenta con 50 Estados, una estructura política federal y un bipartidismo político tradicional, entre demócratas y republicanos, que no logran romper otras candidaturas a la elección presidencial.Para llegar a la Casa Blanca, sede del presidente de EE UU, en Washington, distrito de Columbia, primero cuenta tener un buen bagaje político, de senador o gobernador preferentemente. Después hay que ir preparando, a años vista, los clanes dentro de los partidos. A continuación, anunciar oficialmente "soy candidato a la presidencia de Estados Unidos".

Viene después el proceso propiamente electoral, con consultas populares en cada uno de los 50 Estados, más el distrito de Columbia, a partir de elecciones primarias o caucus. En la primera modalidad el voto es directo y secreto. En la segunda, a través de asambleas, a mano alzada o en grupos.

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En función de los resultados logrados por los candidatos a lo largo del proceso de consultas primarias, se convocan las convenciones nacionales, especie de congresos de los partidos políticos, que definen finalmente el candidato oficial del partido para la elección presidencial.

La convención demócrata será este año del 16 al 19 de julio, en San Francisco (California). La republicana, del 20 al 23 de agosto, en Dallas (Tejas).

Allí se eligen los compromisarios, de entre los cuales, proporcionalmente al número de habitantes de cada Estado y de las preferencias expresadas por los electores, se elige al nuevo presidente de EE UU.

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Entre la elección y la toma de posesión transcurren otros dos meses. El nuevo presidente jura su cargo a mediados de enero para una mandato de cuatro años. En caso de renuncia, división o muerte del presidente, el vicepresidente le sustituye sin necesidad de elecciones anticipadas, hasta el final de la legislatura normal.

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