Tribuna:España y la CEE, bajo la presidencia francesa/ 1

La agricultura, columna vertebral de la Comunidad Económica Europea

ANDRÉS ORTEGA, La Política Agrícola Común (PAC) es la verdadera espina dorsal de la CEE. Prueba de ello es que se lleva más de un 60% del presupuesto de la CEE. La PAC se desarrolló en 1962 sobre tres principios: 1. La libertad de intercambio de productos agrícolas y la preferencia comunitaria. 2. La creación de organizaciones de mercado basadas sobre precios comunes. 3. La solidaridad financiera para apoyar el coste de esta política. Todo ello asegurando un nivel de vida equitativo a la población agrícola.

Así, explicado de un modo en extremo simplificador, la PAC ...

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ANDRÉS ORTEGA, La Política Agrícola Común (PAC) es la verdadera espina dorsal de la CEE. Prueba de ello es que se lleva más de un 60% del presupuesto de la CEE. La PAC se desarrolló en 1962 sobre tres principios: 1. La libertad de intercambio de productos agrícolas y la preferencia comunitaria. 2. La creación de organizaciones de mercado basadas sobre precios comunes. 3. La solidaridad financiera para apoyar el coste de esta política. Todo ello asegurando un nivel de vida equitativo a la población agrícola.

Así, explicado de un modo en extremo simplificador, la PAC funciona del siguiente modo, aunque sólo para algunos productos: la CEE garantiza unos precios mínimos, fijados anualmente, a los agricultores por sus productos, para evitar las bajas de un mercado errático. Los agricultores pueden, pues, acudir a la CEE para que ésta compre sus productos al precio indicado, y no depender, así, puramente del mercado comunitario. Hacia el exterior, cuando los precios mundiales son más baJos que los comunitarios, la CEE tiene, de hecho, que subvencionarlas exportaciones de sus productos. A su vez, las importaciones se ven gravadas para equiparar los niveles de precios.

El sistema empuja a producir más. La capacidad de este sistema para producir excedentes, especialmente marcados en el sector lácteo con las grandes fábricas industriales de leche, es evidenté. Actualmente hay 857.000 toneladas de excedentes de mantequilla en la CEE, y pueden crecer en medio millón de toneladas más. Excedentes hay en muchos sectores, pero mientras el sector lácteo se llevó (en 1982) un 26,9% del gasto agrícola de la CEE, las frutas, hortalizas y vino sólo se llevaron un 5,8% de estos gastos. Bajo todas las discusiones está latente el enfrentamiento Norte-Sur en la propia Comunidad.

Y es que, en los últimos 20 años, la CEE no ha cambiado de política agrícola, mientras Estados Unidos, en este mismo período, lo ha hecho cinco veces. Mucho ha cambiado, sin embargo, la situación. En estos 20 años, la CEE ha pasado de ser, en productos agrícolas, importadora neta a casi autosuficiente. En 20 años, la población del sector agrícola de los diez se ha reducido de 17 millones a 8 millones de personas. Las perspectivas indican que el total de la población de la CEE aumentará tan sólo.cua tro millones esta decada. La CEE ha de reducir, pues, sus excedentes y luchar por un mercado exterior en el cual es un competidor ahora de EE UU.

Las reformas propuestas por la Comisión Europea siguen sobre la mesa. Es más, algunas de ellas han quedado integradas en sus pro puestas para los precios agrícolas para la campaña que comienza el 1 de abril y que supone prácticamente una congelación, en promedio, de los precios actuales, bajando de hecho para países como la RFA o el Reino Unido. La crisis financiera es patente.

La racionalizición, que no renacíonalización, de la PAC que propugna la Comisión gira en torno a cinco puntos: 1. La extensión de la aplicación de los techos de garantía. Por encima de una cierta producción, la CEE no garantizaría ya unos precios mínimos a los agricultores. Esto está principalmente destinado a crear cuotas de producción de leche, con un impuesto especial sobre las cantidades que se produzcan adicionalmente. 2. Una política prudente e incluso restrictiva de precios, que comportase una reducción de la diferencia entre los precios comunitarios y los mundiales para los cereales. 3. Una revisión de las ayudas a los sectores de la leche y de la carne. 4. Medidas para estabilizar las importaciones de sustitutos de cereales para la alimentación del ganado y de aceites vegetales -un punto en el que insiste muy especialmente Francia, pero que puede llevar a un enfrentamiento con EE UU-. 5. El desmantelamiento de los famosos Montantes Compensatorios Monetarios (MCM).

Son decisiones difíciles, pues influyen sobre el nivel de vida de los agricultores. Los MCM ilustran bien la situación y el funcionamiento de la PAC. Los precios agrícolas se fijan en divisas verdes diferentes de las verdadera:srdivisas. Pero cuando hay un reajuste de las monedas reales se introducen estos montantes, que difieren según cada producto, para mantener los ingresos de los agricultores y garantizar unidad de precios y mercado. Para los países de moneda fuerte, actúan como subvención a sus exportaciones y penalizan las importaciones. Para los de moneda débil, todo lo contrario. El problema es que, una vez instaurados, su desaparición es dificil. Ejemplo ilustrativo de la situación que causan es la guerra del cerdo, que libran los agricultores franceses, asegurando que los cerdos alemanes entran en Francia a un precio más bajo que los cerdos franceses. Soluciones las hay. La Comisión ha presentado propuestas para desmantelarlos según un calendario fijo. La RFA, por su parte, ha sugerido que los precios agrícolas se fijen, para toda la CEE, en la moneda más fuerte, es decir, el marco.

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