Cartas al director

El impuesto sobre la renta y los subsidios al paro

En el mes de junio de 1983 se dio a la publicidad una sentencia del Tribunal Supremo por la que se consideraba improcedente aplicar el impuesto sobre la renta a los subsidios al desempleo.Han transcurrido siete meses y el Ministerio de Hacienda no ha dado aún el enterado para las devoluciones pertinentes. Se aducen argumentos tales como su no publicación en el Boletín Oficial del Estado, que se ha recurrido -¿a quién?-, que las reclamaciones deben realizarse al INEM y no a este ministerio y algunas otras que dependen del día, hora y funcionario preguntado.

Sobre esto, y co...

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En el mes de junio de 1983 se dio a la publicidad una sentencia del Tribunal Supremo por la que se consideraba improcedente aplicar el impuesto sobre la renta a los subsidios al desempleo.Han transcurrido siete meses y el Ministerio de Hacienda no ha dado aún el enterado para las devoluciones pertinentes. Se aducen argumentos tales como su no publicación en el Boletín Oficial del Estado, que se ha recurrido -¿a quién?-, que las reclamaciones deben realizarse al INEM y no a este ministerio y algunas otras que dependen del día, hora y funcionario preguntado.

Sobre esto, y con una sensación frustrante, reconsidero que los beneficiarios de la sentencia son parados. Esa gente a la que el Gobierno socialista utilizó cuando y como quiso en sus campaña electoral; esos, para los cuales se hacen las llamadas a la solidaridad que aderezan cualquier comunicado; que son los personajes más perjudicados de la crisis, como se nos recuerda reclamándonos sacrificios salariales y aceptación de la flexibilidad en los sistemas de contratación, y son, en definitiva, ese porcentaje que se nos señala siempre cuando se pide el respeto y el cumplimiento de la ley. Pero también me doy cuenta de que es la parte que se debate en silencio entre la economía sumergida y la miseria, que no está sindicada, que difícilmente posee un carné de partido, que es buena clientela de la abstención, que no existen como grupo de presión y que raro será aquel que reclame lo que los tribunales le reconocen. /

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