El 'vidente' afirma que la esposa le confeso que Salomó ocultaba a otros implipados de la coIza

El vidente Diego de Araciel, a quien visitó con alguna frecuencia en Madrid María Teresa Mestre, manifestó ayer que la esposa de Enrique Salomó le había confesado que su marido ocultala a otras personas implicadas en el fraude del aceite de colza.Según Araciel, la esposa de Salomó comenzó a visitarle con frecuencia, siempre preguntando por el futuro de su marido. "Yo le dije", explicó ayer Araciel, "que no se preocupara, y ella me insistía en que le habían embargado sus bienes y que su marido ocultaba a otros culpables -en el tema de la colza. Le recomendé que se tranquilizara y que no ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El vidente Diego de Araciel, a quien visitó con alguna frecuencia en Madrid María Teresa Mestre, manifestó ayer que la esposa de Enrique Salomó le había confesado que su marido ocultala a otras personas implicadas en el fraude del aceite de colza.Según Araciel, la esposa de Salomó comenzó a visitarle con frecuencia, siempre preguntando por el futuro de su marido. "Yo le dije", explicó ayer Araciel, "que no se preocupara, y ella me insistía en que le habían embargado sus bienes y que su marido ocultaba a otros culpables -en el tema de la colza. Le recomendé que se tranquilizara y que no hablara más de este asunto. Un día, efectivamente, me dijo que había recibido una llamada telefónica en la que un anónimo con voz de mujer le dijo: 'no hables, porque puedes tener sorpresas desagradables""

Más información

Araciel recuerda que María Teresa Mestre "era, en los últimos tiempos, una mujer nada joven, cansada, enferma, sin dinero y sin mucha inteligencia. Veía algunas cosas de forma indiferente".

Según Araciel, la única obsesión que impulsaba a María Teresa era conocer el futuro de su marido, encarcelado en la prisión de Tarragona como implicado en el proceso de la colza. Con ese motivo, la esposa de Salomó acudía a consultas de videntes.

"A María Teresa la conocí hace algo más de dos años", recuerda Araciel. "Me la recomendó una amiga común, Pilar Prades, parapsicóloga de Vilanova y la Geltrú y propietaria de una clinica naturista. Llegó a Madrid sola, muy guapa entonces y muy elegante. Me contó que era muy amiga de Pilar Prades, a quien se dirigió en una ocasión para que le hiciera una cura a uno de sus hijos".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Diego de Araciel, de 62 años, natural de Navarra, aunque residente en Madrid, vive en un pequeño apartamento en las proximidades de la plaza de España, que utiliza como consultorio. Según su testimonio, la última vez que María Teresa Mestre acudió a Madrid fue el pasado mes de diciembre, antes de Navidad.

Hasta la fecha, y desde que se produjo el asesinato, Diego de Araciel, que se precia de conocer a María Teresa Mestre, no ha sido llamado a consulta por la policía ni por la Guardia Civil, cuerpos encargados de la investigación, y sólo se ha limitado a responder a las preguntas de algunos periodistas.

Archivado En