Seguridad Social y discriminación sexista

Es sabido que cualquier mujer trabajadora cotiza obligatoriamente a la Seguridad Social de igual forma que cualquier hombre trabajador; pero lo que no es tan sabido es que una mujer trabajadorano puede incorporar a sus hijos a esta entidad tan libremente como puede hacerlo su compañero del otro sexo.Para ella es necesaria una declaración jurada del marido autorizando a su esposa y cediendo este derecho (¿por qué? ¿qué pasa si el marido se niega a dicha declaración?), así como un certificado de convivencia, que acreditará un funcionario del ayuntamiento después de cumplimentado un...

Es sabido que cualquier mujer trabajadora cotiza obligatoriamente a la Seguridad Social de igual forma que cualquier hombre trabajador; pero lo que no es tan sabido es que una mujer trabajadorano puede incorporar a sus hijos a esta entidad tan libremente como puede hacerlo su compañero del otro sexo.Para ella es necesaria una declaración jurada del marido autorizando a su esposa y cediendo este derecho (¿por qué? ¿qué pasa si el marido se niega a dicha declaración?), así como un certificado de convivencia, que acreditará un funcionario del ayuntamiento después de cumplimentado un copioso cuestionario con múltiples preguntas indiscretas e innecesarias (salario mensual de la mujer, datos sobre la compra del piso, pago de contribución, etcétera).

Está bien eso de que la Constitución nos declare iguales ante la ley, pero este principio se desmorona cuando desciende a las cosas cotidianas que Siguen estando caducas e inalteradas y, por tanto, no reflejan la situación actual. Se precisa una desburocratiz ación y revisión de estas discriminaciones inmediatas que reflejen la realidad de ese principio de igualdad y que contribuyan a hacernos la vida menos difícil. /