Policías holandeses investigan en Málaga sobre el secuestro de Alfred Heineken

La policía no tiene aún una pista segura sobre la posible estancia en la Costa del Sol de tres de los secuestradores de Alfred Heineken, el rey de la cerveza, liberado el pasado miércoles en Amsterdam tras pagar un rescate de 1.500 millones de pesetas. Los tres policías holandeses llegados a Málaga el viernes y los miembros del grupo de delincuencia internacional de esta capital sólo disponen de tres nombres y de tres fotos para intentar detectar su presencia en la zona.La policía holandesa que investiga el caso trabaja sobre la hipótesis de que Frederick Meier, Cornelius Van Hout y Wil...

La policía no tiene aún una pista segura sobre la posible estancia en la Costa del Sol de tres de los secuestradores de Alfred Heineken, el rey de la cerveza, liberado el pasado miércoles en Amsterdam tras pagar un rescate de 1.500 millones de pesetas. Los tres policías holandeses llegados a Málaga el viernes y los miembros del grupo de delincuencia internacional de esta capital sólo disponen de tres nombres y de tres fotos para intentar detectar su presencia en la zona.La policía holandesa que investiga el caso trabaja sobre la hipótesis de que Frederick Meier, Cornelius Van Hout y Willem Frederick Hollender estén en la Costa del Sol y tengan consigo gran parte del dinero del rescate. Esta hipótesis surge del convencimiento de que Robert Grifhort, residente en Torremolinos desde hace bastantes años, fue el cerebro del secuestro, aunque no participó directamente.

Grifhort fue detenido el pasado 30 de noviembre en el aeropuerto de Amsterdam gracias a una información de la policía malagueña que investigaba sus movimientos en la Costa a petición de los holandeses. Hasta hace unos meses, Robert Grifhort era propietario de un céntrico bar en Torremolinos y su vida en la zona se consideraba normal. El día 30, policías malagueños retuvieron a su esposa, que les dijo que su marido había salido hacia Holanda tras recibir una llamada telefónica comunicándole que estaban registrando la casa de su padre por considerarle implicado en el secuestro de Heineken.