La Comunidad Autónoma de Murcia controlará a las entidades de crédito
La Comunidad Autónoma de Murcia ejercerá el control de las cajas de ahorro que operan en la región, según se desprende del contenido de un decreto aprobado por el Consejo de Gobierno en su última reunión.Con esta medida se pretende, en palabras del consejero de Economía y Hacienda, José Molina, "desarrollar una adecuada política que fomente el ahorro en la región y conseguir una adecuada financiación que permita a la economía de Murcia movilizar los recursos financieros infrautilizados o congelados especulativamente".
Entre las competencias que asume la comunidad autónoma se encuentran ...
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La Comunidad Autónoma de Murcia ejercerá el control de las cajas de ahorro que operan en la región, según se desprende del contenido de un decreto aprobado por el Consejo de Gobierno en su última reunión.Con esta medida se pretende, en palabras del consejero de Economía y Hacienda, José Molina, "desarrollar una adecuada política que fomente el ahorro en la región y conseguir una adecuada financiación que permita a la economía de Murcia movilizar los recursos financieros infrautilizados o congelados especulativamente".
Entre las competencias que asume la comunidad autónoma se encuentran las de autorizar la creación, fusión y escisión de cajas de ahorro, ratificar cualquier modificación de sus estatutos o reglamentos aprobada por la asamblea general, hacer cumplir las disposiciones sobre la regiocalización de las inversiones e inspeccionar e imponer sanciones.
La Consejería de Economía y Hacienda podrá ejercitar el derecho de veto al nombramiento del director general o asimilado, y las cajas tendrán la obligación de comunicar al Gobierno autónomo los nombramientos y ceses de dichos cargos, así como los de todos los miembros de sus distintos órganos de gobierno.
La decisión de la Comunidad Autónoma de Murcia se enmarca dentro de una serie de decisiones similares tomadas por otras comunidades y que buscan en definitiva poder fijar la inversión de las cajas de ahorro en las zonas donde se genera el ahorro depositado en ellas. De esta forma la relación entre ahorro e inversion sera superior y se dificultará el desplazamiento hacia otras zonas industriales del país.
Los críticos a estas decisiones señalan que existe un claro peligro de concentración de riesgos para algunas cajas de ahorro situadas en zonas de escasa industrialización y que puede llevar a que, al final, se limiten a prestar a las instituciones públicas de cada comunidad.
A ello habría que añadir que serán estas instituciones las que ejerzan un mayor control sobre el nombramiento y cese de los principales responsables de la gestión de las cajas lo que, según esta opinión, reforzará la dependencia de las cajas de ahorro respecto a los órganos institucionales regionales que pedirán recursos crecientes.