Pesismismo del GATT ante la deuda y el proteccionismo mundiales

"Es poco probable que el fin de la recesión pueda por sí mismo solucionar los dos problemas gemelos del proteccionismo y el endeudamiento internacional". Este diagnóstico, más bien pesimista, del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) se basa en un análisis pormenorizado de la economía mundial en 1982, año en el que no sólo disminuyó el comercio, sino también la producción, en un 2% aproximadamente, en los países industrializados.El Informe sobre el comercio internacional en 1982-1983, que hoy publica el GATT, sostiene que "el valor en dólares de las exportaciones m...

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"Es poco probable que el fin de la recesión pueda por sí mismo solucionar los dos problemas gemelos del proteccionismo y el endeudamiento internacional". Este diagnóstico, más bien pesimista, del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) se basa en un análisis pormenorizado de la economía mundial en 1982, año en el que no sólo disminuyó el comercio, sino también la producción, en un 2% aproximadamente, en los países industrializados.El Informe sobre el comercio internacional en 1982-1983, que hoy publica el GATT, sostiene que "el valor en dólares de las exportaciones mundiales de manufacturas descendió un 4% en 1982. Esta baja se debió principalmente a la fuerte apreciación del dólar, estimándose en torno al 1,5% el descenso del volumen de las exportaciones. En los países industrializados, cuya contribución a las exportaciones mundiales de manufacturas fue de un 80%, el volumen de los suministros se redujo aproximadamente un 2% en 1982. El volumen de las exportaciones procedentes de los países en desarrollo permaneció prácticamente en el nivel del año anterior, pero su valor en dólares bajó aproximadamente un 3%. Uno de los sectores más afectados fue el de los textiles, cuyas exportaciones mundiales se redujeron casi un 7%.

Por primera vez, el estudio del GATT consagra un capítulo a la electrónica y a las telecomunicaciones. En él se hace particular hincapié en la evolución tecnológica, añadiendo que "durante los últimos tres años el comercio de equipos de telecomunicaciones y productos electrónicos se expandió a un ritmo sensiblemente más acelerado que el comercio de las manufacturas. En 1982, y debido a la apreciación del dólar, el valor de las exportaciones descendió en unos 80.000 millones de dólares.

El comercio de combustibles, constata el GATT, descendió un 10,5% durante 1982. Los precios medios en dólares de los productos primarios también disminuyeron un 9,5%, exceptuado el petróleo, así como las exportaciones agrícolas, que registraron una disminución del orden del 7%.

El déficit comercial de los países industrializados lo cifra el GATT, a finales de 1982, en 76.500 millones de dólares, y aunque las causas son múltiples, explica así la evolución en algunos países: "El descenso de la competitividad, en el caso de Estados Unidos; la contracción de la demanda exterior y las limitaciones de las exportaciones, por lo que se refiere a Japón; los menores ingresos procedentes del petróleo, por lo que concierne al Reino Unido, y la expansión de la demanda interior, en el caso de Francia".

El GATT señala, al evocar la situación de las naciones en desarrollo, que Ios déficit por cuenta corriente de los tres últimos años reflejan claramente el masivo aumento creciente de la deuda exterior de los países en desarrollo, para cuyo servicio se precisan esfuerzos concertados de los países deudores y acreedores, especialmente en la esfera del comercio".

Anquilosamiento español

En valor, las exportaciones totales de los países en desarrollo exportadores de petróleo, afirma el GATT, disminuyeron el 21%, y las demás naciones del Tercer Mundo también conocieron por segundo año consecutivo una reducción sensible de los ingresos por habitante.Al referirse a España, el GATT señala que, en 1982, el crecimiento económico fue débil: un aumento del producto interior bruto (PIB), a precios constantes, del orden del 1%. El sector más expansivo fue el de los servicios; la construcción registró una tímida recuperación, y la agricultura, debido a la sequía, sólo obtuvo un aumento de la producción del 1,5%.

La exportación de bienes y servicios -el componente más dinámico de la demanda global en España desde hace años- sólo creció el 2,5%, contra cerca del 8% en 1981. El consumo público progresó, en cambio, el 3,5%, lo que equivale a un déficit público del orden del 6% o 7% del PIB.

Entre 1979 y 1982, añade el GATT, la depreciación de la peseta fue del 23%, y con relación a la divisa norteamericana esta pérdida representó el 38,5%.

EI déficit comercial supuso en 1982 unos 11.000 millones de dólares. Las importaciones no experimentaron ninguna. variación, e incluso las exportaciones progresaron el 1% o 2%. Sin embargo, en pesetas, el déficit aumentó.

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