El Gobierno impide al jefe del Estado Mayor del Ejército portugués hacer declaraciones

El Gobierno portugués ordenó al jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Amadeu García dos Santos, que se abstenga de hacer declaraciones públicas sobre su destitución, propuesta por el Gabinete al presidente de la República, general Ramalho Eanes, y rechazada por éste el pasado mes de julio, cuando le fue presentada, según informa la agencia Efe.García dos Santos no será destituido por el general Eanes, que, desoyendo la petición del Gobierno de Lisboa, lo mantendrá en funciones hasta enero de 1984, término del mandato de tres años que fue prometido al general García dos Santos cuando to...

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El Gobierno portugués ordenó al jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Amadeu García dos Santos, que se abstenga de hacer declaraciones públicas sobre su destitución, propuesta por el Gabinete al presidente de la República, general Ramalho Eanes, y rechazada por éste el pasado mes de julio, cuando le fue presentada, según informa la agencia Efe.García dos Santos no será destituido por el general Eanes, que, desoyendo la petición del Gobierno de Lisboa, lo mantendrá en funciones hasta enero de 1984, término del mandato de tres años que fue prometido al general García dos Santos cuando tomó posesión del cargo, informa desde Lisboa Nicole Guardiola.

La problemática de los altos mandos militares preocupa a los medios castrenses y políticos de Lisboa, y su primer y más importante resultado ha sido reencender la polémica acerca de la ley de Defensa promulgada en noviembre de 1982, a pesar del veto presidencial y de las críticas de los medios militares.

El sistema en vigor, que fue apoyado en el Parlamento por los partidos de la actual coalición y por los democristianos, entonces en el Gobierno, obliga al consenso entre la presidencia de la República y el Ministerio de Defensa para estos nombramientos.

El Partido Socialista portugués fue el acérrimo defensor de la fórmula que consideraba como la más ajustada al sistema político semipresidencial portugués, y cuando el general Eanes vetó el proyecto alegando "dificultades de ejecución práctica", fue acusado de defender la "autonomía del poder militar en relación con el poder civil". El general presidente acabó por promulgar la ley, pero el diferendo resurgió después de la toma de posesión del Gobierno presidido por Mario Soares, con la decisión del nuevo poder ejecutivo de mantener la Junta de Estado Mayor, con la única excepción del general García dos Santos.

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