Ultraliberal y defensor de las clases medias

ENVIADO ESPECIAL Con la bandera del ultraliberalismo económíco, de la defensa de la iniciativa privada y de la protección de los intereses de las clases medias, Turgut Ozal, líderdel Partido de la Madre Patria, ha logrado convertirse (si los militares no lo impiden) en primer ministro de Turquía, cuando aún no ha cumplido los 56 años.

Durante la campaña electoral, Ozal -casado y con dos hijos- ha sabido revelarse como un auténtico animalpolítico, de la misma raza de los Demirel y Ecevit, sometidos a la ley del silencio tras el golpe de Estado del 12 de septiembre de 1980. Ozal estuvo pr...

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ENVIADO ESPECIAL Con la bandera del ultraliberalismo económíco, de la defensa de la iniciativa privada y de la protección de los intereses de las clases medias, Turgut Ozal, líderdel Partido de la Madre Patria, ha logrado convertirse (si los militares no lo impiden) en primer ministro de Turquía, cuando aún no ha cumplido los 56 años.

Durante la campaña electoral, Ozal -casado y con dos hijos- ha sabido revelarse como un auténtico animalpolítico, de la misma raza de los Demirel y Ecevit, sometidos a la ley del silencio tras el golpe de Estado del 12 de septiembre de 1980. Ozal estuvo próximo a Suleiman Demirel, tanto que se adjudica el mérito de haber ideado el plan económico diseñado por el último Gobierno civil y asumído por los militares. Tras el golpe, supo escapar del destino de la inmensa mayoría de los políticos de entonces, y no solo no fue purgado, sino que incluso se convirtió en viceprimer ministro encargado de los Asuntos Económicos. Un escándalo financiero le salpicó de rebote el año pasdo y le obligó a abandonar la cartera en julio.

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Con Ozal en la cartera económica, Turquía superó el caos previo al golpe, la tasa de inflacción descendió a un nivel razonable, el producto nacional. bruto se incrementó desde un -1,1% hasta un 4,3% y las exportaciones se doblaron aunque el paro pasó del 14% al 18%. La atribución de estos resultados a sus exclusivos méritos personales provocó la irritación de los militares. Desde aquella época, Ozal es considerado el hombre del FMI, de Occidente, el que ofrece confianza a los deudores de Turquía. Y, sin embargo juega también la baza islámica, que sus próximos consideran sincera.

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