Un pionero del parto sin violencia

Pedro Enguix cuenta en la actualidad 35 años y es uno de los pioneros de la aplicación del parto sin violencia en nuestro país. Nació en Carcaixent y estudió Medicina en la Universidad de Valencia, donde se especializó en oncología prímero y en ginecología después.Cuando acabó la carrera trabajó como ginecólogo y comenzó a interesarse por las técnicas del parto, y especialmente por el parto sin violencia, a partir del nacimiento de su primer hijo hace ahora cinco años. En este momento tiene tres hijos. Enguix ha ido creando hasta un total de cuatro clínicas, una en Denia, dos en Valencia y otr...

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Pedro Enguix cuenta en la actualidad 35 años y es uno de los pioneros de la aplicación del parto sin violencia en nuestro país. Nació en Carcaixent y estudió Medicina en la Universidad de Valencia, donde se especializó en oncología prímero y en ginecología después.Cuando acabó la carrera trabajó como ginecólogo y comenzó a interesarse por las técnicas del parto, y especialmente por el parto sin violencia, a partir del nacimiento de su primer hijo hace ahora cinco años. En este momento tiene tres hijos. Enguix ha ido creando hasta un total de cuatro clínicas, una en Denia, dos en Valencia y otra en Castellón, para la práctica del parto sin violencia. Se trata de casas con decoración de viviendas y abundancia, de plantas, en las que se pretende que la mujer dé a luz con la compañía y ayuda del marido y en un ambiente de cariño, exento de violencia.

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La del parto en el agua es una técnica más de las no violentas, que la mujer puede elegir entre otras modalidades. Se trata de dar a luz en una gran bañera, con el agua a la temperatura del cuerpo, con lo que el ecién nacido, al que no se le corta inmediatamente el cordón umbilical, pasa de un medio líquido a otro medio líquido, es recogido imediatamente por la madre y se habitúa lenta y suavemente a la respiración pulmonar. El agua se utiliza en otros casos para la dilatación, aunque no para el parto.

El ginecólogo ha dirigido más de 500 nacimientos, por las distintas técnicas del parto sin violencia. Enguix ha manifestado repetidamente que es contrario a que las embarazadas aborten y que cuando alguna le solicita abortar intenta primero convencerla de que dé a luz. No obstante, piensa que la mujer tiene libertad de decisión sobre su maternidad y que el facultativo es un ejecutor técnico de esta voluntad, por lo que no se niega a asistir la interrupción del embarazo cuando la mujer está firmemente decidida a ello.

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