Ledesma se entrevista en Roma con el cardenal Somalo

El coloquio de ayer por la mañana entre el ministro español de Justicia, Fernando Ledesma, y el sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, el arzobispo Eduardo Martínez Somalo, número tres de la alta jerarquía vaticana, duró una hora y media. Es la segunda vez que el ministro de Justicia se encuentra este año en Roma con este alto cargo vaticano. Según Ledesma, los coloquios "fueron aún más cordiales, más abiertos y positivos que la vez anterior".Estuvieron presentes en el importante encuentro, en el despacho personal de Martínez Somalo, el director general de Asuntos Religi...

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El coloquio de ayer por la mañana entre el ministro español de Justicia, Fernando Ledesma, y el sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, el arzobispo Eduardo Martínez Somalo, número tres de la alta jerarquía vaticana, duró una hora y media. Es la segunda vez que el ministro de Justicia se encuentra este año en Roma con este alto cargo vaticano. Según Ledesma, los coloquios "fueron aún más cordiales, más abiertos y positivos que la vez anterior".Estuvieron presentes en el importante encuentro, en el despacho personal de Martínez Somalo, el director general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, Gustavo Suárez; el subsecretario de Justicia, Liborio Hierro, y el embajador ante la Santa Sede, Nuño Aguirre de Cárcer.

En un momento tan particular, tras la visita en las semanas pasadas al Vaticano del presidente Felipe González, el hecho de que estos coloquios iban a realizarse en un clima de franca cordialidad y distensión, se había previsto ya la noche del domingo. Fue cuando el ministro Ledesma se cruzó en la embajada española, en una recepción de más de 1.000 personas, con Martínez Somalo, que raramente asiste a estas ceremonias.

La fiesta era para celebrar la beatificación del religioso vasco Domingo Iturrate. A la embajada había llegado la flor y nata del mundo eclesiástico vaticano, junto con los numerosos obispos españoles presentes estos días en Roma: Cardenales, obispos, religiosos, codo a codo con la alta nobleza romana, desde los Pacelli a los Pallavicini, a los Marconi.

Sin embargo, el objeto de curiosidad y de observación fue el ministro socialista español mezclado entre tantas sotanas y fajines rojos. Una religiosa de un instituto secular decía a su compañera: "Pues, hija, a mí me parece que tiene una cara de bueno...", y le miraba mientras Fernando Ledesma conversaba amigablemente con el arzobispo.

Fue una conversación deportista. El ministro español se enteró de que Eduardo Martínez Somalo es hincha del equipo de fútbol Roma y que antes lo había sido del Inter, cuando en él jugaba Suárez. También le contó que cuando era joven sacerdote y estudiaba en Francia escandalizó a las monjitas con las que se hospedaba al pedirles, un viernes, que le prepararan unos bocadillos "de lomo" para irse a ver pasar la vuelta ciclista a Francia. "A mí me gustaba mucho la bicicleta", le dijo el sustituto a Ledesma, "pero ya sabe que en aquellos tiempos era para nosotros, con la sotana, muy difícil este deporte".

El Vaticano agradece mucho esta voluntad de información, de encuentros en Roma, de contactos personales del Gobierno de Felipe González con los mayores responsables de la política de la Santa Sede. Martínez Somalo confirrnó ayer a la delegación española encabezada por Ledesma que lo importante, cuando surge un problema, es "ponerse en seguida en contacto para buscar un acuerdo común en espíritu de diálogo y de colaboración".

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