El gobernador civil de León rectificó sus declaraciones sobre el tiroteo de Villaquilambre tras ser amonestado por Interior

El gobernador civil de León, el abogado y militante socialista Antonio Hernández, ha tenido que rectificar, tras ser amonestado por responsables del Ministerio del Interior, su opinión sobre la nota oficial que difundió dicho departamento el martes pasado sobre el suceso protagonizado por una patrulla rural de la Guardia civil en la proximidades de la localidad leonesa de Villaquilambre, en el que una joven resultó gravemente herida cuando se encontraba junto a su novio en el interior de un vehículo.

Hernández, que ayer se entrevistó en Ávila con el subsecretario de Interior, Carlos San...

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El gobernador civil de León, el abogado y militante socialista Antonio Hernández, ha tenido que rectificar, tras ser amonestado por responsables del Ministerio del Interior, su opinión sobre la nota oficial que difundió dicho departamento el martes pasado sobre el suceso protagonizado por una patrulla rural de la Guardia civil en la proximidades de la localidad leonesa de Villaquilambre, en el que una joven resultó gravemente herida cuando se encontraba junto a su novio en el interior de un vehículo.

Hernández, que ayer se entrevistó en Ávila con el subsecretario de Interior, Carlos Sanjuán, dijo en un principio que la nota oficial difundida en Madrid constituía el criterio de la Guardia Civil, pero no el de su Gobierno civil. Todos los componentes de la patrulla implicados en el incidente han sido separados del servicio.Las manifestaciones del gobernador provocaron una enérgica reacción por parte del Ministerio que, a través de su portavoz oficial, desautorizó a Antonio Hernández, cuyas declaraciones fueron respondidas de la siguiente forma: "La puntualización o autojustificación del gobernador civil está de más, ya que en la nota se observa claramente que se trata de la versión de la Guardia Civil". Horas después de que tuviera que salir al paso de estas diferencias el portavoz oficial del Ministerio, el gobernador Hernández hizo unas nuevas declaraciones, en esta ocasión en consonancia con la versión ministerial, con lo que rectificaba lo anteriormente dicho.

Este continuo baile de declaraciones originó a lo largo del día de ayer algunas especulaciones sobre el desenlace del caso, que algunos medios aventuraban con la destitución del propio gobernador, aspecto que no se planteó. Hernández se encontraba ayer en Ávila, a donde acudió a una reunión de gobernadores civiles de Castilla y León con el subsecretario de Interior, Carlos Sanjuán.

"Ya no sé ni lo que he dicho"

Visiblemente cansado, el gobernador civil de León declinó cualquier nueva declaración sobre lo sucedido, aunque manifestó, ante la insistencia de EL PAÍS, que "ya no sé ni lo que he dicho". Carlos Sanjuán, subsecretario de Interior, se mostró extremadamente cauteloso ante la presencia de periodistas y evadió cualquier tipo de respuesta en torno a este caso. Sin embargo, no se descarta que ambos aprovecharan algún momento de la reunión para hablar a solas del asunto.

En el Ministerio del Interior, sin embargo, existía cierta irritación por las primeras declaraciones de Hernández y en algún despacho se escuchó ayer por la mañana frases como ésta: "Al gobernador no le pagamos 300.000 pesetas para que diga chorradas". Fuentes próximas al Ministerio culparon de la falta de información pública del suceso al Gobierno civil de León, probablemnete temeroso a la hora de asumir la versión de lo ocurrido, facilitada en todos sus extremos por la propia Guardia Civil. Las mismas fuentes añadieron que el vacío informativo existente tuvo que suplirlo el propio Ministerio por el tiempo transcurrido desde que se produjo el suceso.

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Este periódico supo anoche que además del autor de los disparos que hirieron a la joven Felisa de la Varga, han sido sancionados y separados del servicio el resto de los componentes de la patrulla rural, al parecer compuesta por cuatro números de la Guardia civil. También han sido amonestados todos los mandos implicados en el caso, desde el general de la zona hasta el suboficial responsable de la patrulla.

Felisa de la Varga permanece en su habitación de la séptima planta del hospital Princesa Sofía de León. Sólo unos pocos familiares acceden a esa habitación, situada justamente enfrente del mostrador de recepción de la planta. Felisa de la Varga está aún aquejada de fuertes molestias y dolores. El último parte médico, correspondiente a ayer miércoles, indica que la paciente evoluciona con normalidad, persiste la parálisis parcial y ha mejorado ligeramente la movilidad de la extremidad inferior derecha.

Por su parte, José Luis Otero, el novio de la muchacha y conductor del vehículo que fue tiroteado, se ha ratificado en el relato de los hechos que en su día ofreció a este periódico (ver EL PAIS del día 4), al que ha añadido algunas precisiones que desmienten puntos concretos contenidos en el comunicado difundido por el Ministerio del Interior.

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