Marruecos teme un recrudecimiento de la guerra del Sáhara tras el fracaso de la reunión de la OUA

Con la preocupación de un país que de nuevo vuelve a contemplar la hipótesis de una guerra, los marroquíes esperan ansiosos el debate de la Asamblea General de la ONU sobre el Sáhara, que para ellos se abre con la intervención del rey Hassan II de hoy. El fracaso de la última reunión de Addis Abeba del Comité de Aplicación de las Resoluciones de la Organización para la Unidad Africana (OUA) sobre el Sáhara, celebrada el pasado 21 de septiembre, hace temer un nuevo recrudecimiento de la presión militar del Polisario en el Sáhara y, lo que para muchos marroquíes parece hoy día inevitable, la...

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Con la preocupación de un país que de nuevo vuelve a contemplar la hipótesis de una guerra, los marroquíes esperan ansiosos el debate de la Asamblea General de la ONU sobre el Sáhara, que para ellos se abre con la intervención del rey Hassan II de hoy. El fracaso de la última reunión de Addis Abeba del Comité de Aplicación de las Resoluciones de la Organización para la Unidad Africana (OUA) sobre el Sáhara, celebrada el pasado 21 de septiembre, hace temer un nuevo recrudecimiento de la presión militar del Polisario en el Sáhara y, lo que para muchos marroquíes parece hoy día inevitable, la confrontación final con Argelia.Después de un breve período tras la entrevista Chadli Benyedid-Hassan II del 26 de febrero de este año, la Prensa y los medios oficiales marroquíes han vuelto a la carga contra Argelia. Se la culpa del fracaso de la evolución negociada del conflicto, y como consecuencia de ello da la imposibilidad de avanzar en la reactivación de la concentración entre los países magrebíes.

En Rabat se atribuye una cierta importancia a la que pueda resultar de las entrevistas que mantendrá el monarca marroquí en Estados Unidos, en particular, con el presidente Ronald Reagan. El vicepresidente norteamericano, George Bush, se comprometió durante su reciente gira por el norte de África en que su país propondrá una solución para el conflicto del Sáhara. Algunos medios informativos han anticipado que esa solución puede consistir en conceder una amplia autonomía al Sáhara Occidental, dentro de una federación marroquí-saháriana. No es seguro que la propuesta agrade a ninguna de las dos partes.

A pesar del sombrío panorama que los marroquíes creen tener ante sí en lo que al Sáhara respecta, y como consecuencia de ello la agravación de la crisis económica actual del país, en medios oficiales marroquíes se abrigan aún algunas esperanzas. En, primer lugar, se confía aún en que el actual radicalismo atribuído al presidente argelino sea solamente coyuntural y se deba a la necesidad en que se encuentra Benyedid de reforzar su imagen en vísperas de un congreso del partido único argelino previsto para diciembre, muy politizado, y en donde algunos, según fuentes marroquíes, han propuesto una alternativa presidencial a Benyedid.

Por último, Marruecos confía también en el evidente cansancio de los africanos por la incidencia que tienen los problemas interárabes, y en particular, éste del Sáhara, en la OUA, que se ve amenazada de parálisis precisamente por el conflicto. Como sintomático de ese cansancio se contempla en la capital marroquí la reanudación de las relaciones diplomáticas y la cooperación económica de numerosos países africanos con Israel.

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