Cartas al director

Vivir en Madrid

Tiendas atracadas, domicilios saqueados, mujeres violentamente arrastradas por defender sus bolsos del tirón, familias regresando precipitadamente a casa tras alarmantes noticias. Es el caos, dicen los agoreros.Son los jóvenes presidiarios, decenas de miles, al parecer, si hacemos caso de las alarmantes crónicas que circulan por calles y mercados. Jóvenes drogadictos puestos en la calle por los ingenuos socialistas, tras entrar por una puerta y salir por la otra, en vez de pudrirse en la cárcel.

Y las reacciones no se están haciendo esperar. Me contaban que hace pocos días vecino...

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Tiendas atracadas, domicilios saqueados, mujeres violentamente arrastradas por defender sus bolsos del tirón, familias regresando precipitadamente a casa tras alarmantes noticias. Es el caos, dicen los agoreros.Son los jóvenes presidiarios, decenas de miles, al parecer, si hacemos caso de las alarmantes crónicas que circulan por calles y mercados. Jóvenes drogadictos puestos en la calle por los ingenuos socialistas, tras entrar por una puerta y salir por la otra, en vez de pudrirse en la cárcel.

Y las reacciones no se están haciendo esperar. Me contaban que hace pocos días vecinos del barrio de Usera intentaron linchar a un joven ladrón, impidiéndolo sólo la intervención de la policía... Hay otros ejemplos de violencia ciudadana.

Mientras tanto, los sectores más reaccionarios del país, los insolidarios de siempre, predican el apocalipsis calentando cada vez. más los ánimos de la gente ingenua, volviendo a desempeñar su papel de quinta columna y multipllcando por mil una realidad social en verdad preocupante, de la que ellos, curiosamente, casi nunca son las víctimas. /

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