Cartas al director

Posgraduados en paro

La única salida que le queda al posgraduado que ha tenido la mala suerte de no resultar premiado en esa rifa que es el examen MIR es acudir a los hospitales docentes y escuelas profesionales a mendigar una formación que en la mayoría de los casos es similar a la de los MIR, pero con la diferencia de no cobrar y de no obtener la misma puntuación en el baremo profesional establecido a la hora de optar a una posible plaza. Y esto, constituye para los MIR una puertafalsa para la especialización del médico, según ellos dicen.Ahora, cuando los médicos asistentes voluntarios (posgraduados en p...

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La única salida que le queda al posgraduado que ha tenido la mala suerte de no resultar premiado en esa rifa que es el examen MIR es acudir a los hospitales docentes y escuelas profesionales a mendigar una formación que en la mayoría de los casos es similar a la de los MIR, pero con la diferencia de no cobrar y de no obtener la misma puntuación en el baremo profesional establecido a la hora de optar a una posible plaza. Y esto, constituye para los MIR una puertafalsa para la especialización del médico, según ellos dicen.Ahora, cuando los médicos asistentes voluntarios (posgraduados en paro que se forman en hospitales docentes sin remuneración) creíamos que se nos abriría una puerta para especializamos, pues hasta ahora no teníamos derecho ni a eso, pretenden decirnos que esta puerta esfalsa y convocan una huelga argumentando que legalizar esta situación iría en detrimento de la asistencia primaría y ambulatoría, y además sería una vía para el multienchufismo. Resulta, pues, que como no somos MIR estamos menos preparados. Cuando el problma de la asistencia primaria es el propio sistema en sí, pues es imposible ver 30 enfermos en dos horas, por ejemplo, por muy preparado que esté el médico.

Con estos argumentos no se pretende en el fondo más que mantener una situación de privilegio, pues un médico asistente que está preparado para atender una sala de un hospital, o hacer una guardia en puertas de urgencia no lo está para obtener la especialidad, según los MIR. Debe, pues, quedarse en su casa esperando una sustitución de uno o dos meses al año y estudiar para aprobar el examen MIR que sólo por simple cálculo matemático, plazas convocadas/número de aspirantes, resulta altamente imposible. O esperar a que los MIR convoquen una huelga en agosto, cuando los médicos adjuntos están de vacaciones, y entonces llevar nosotros los médicos asistentes la responsabilidad de la sala, pero sin derecho al título de especialista, eso sí.

Por si fuera esto poco, los médicos asistentes no tenemos acceso ni a la huelga, porque no estamos contratados, aunque seamos superiores en número a los MIR. Además, de todos es sabido que el programa docente MIR es muy deficiente y que no es igual en todos los centros: en algunos es prácticamente inexistente.

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En conclusión: no sé qué intereses han orquestado una huelga que manifiestamente pretende hacer valer los privilegios de unos pocos y enfrentarlos a otros compañeros que en inferioridad de condiciones sólo pretendemos ajercer el derecho a la formación profesional y al trabajo; aun a costa de realizar la misma labor sin remuneración ninguna, y de que nos nieguen como nos están negando el derecho a lo más elemental, y ello por ser (una vez más) los débiles Y los que en definitiva estamos pagando los platos rotos de una desastrosa planificación sanitaria, tanto docente como asistencial y coyunturalmente del pulso que tanto CC OO como el PCE están haciendo al Gobierno allí donde pueden, y que se dejen de rollos./

Médico asistente voluntario. Hospital General de Valencia.

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