Craxi promete que e1 nuevo Gobierno italiano realizara una "gran refórma"` institucional

El nuevo Gobierno italiano de centro-izquierda, presidido por el socialista Bettino Craxi, obtuvo ayer la confianza de la Cámara baja con 361 votos favorables y 243 contrarios. Craxi aseguró que será prioridad de su Gabinete una "gran reforma" de las actuales instituciones constitucionales.

Votaron 604 de los diputados presentes. Los radicales abandonaron la sala "para no tener que votar". El margen, pues, con el que cuenta el nuevo Gobierno en la Cámara de diputados es de 58 votos, considerados más que suficientes para poder actuar sin sorpresas desagradables en el momento del sufragio...

El nuevo Gobierno italiano de centro-izquierda, presidido por el socialista Bettino Craxi, obtuvo ayer la confianza de la Cámara baja con 361 votos favorables y 243 contrarios. Craxi aseguró que será prioridad de su Gabinete una "gran reforma" de las actuales instituciones constitucionales.

Votaron 604 de los diputados presentes. Los radicales abandonaron la sala "para no tener que votar". El margen, pues, con el que cuenta el nuevo Gobierno en la Cámara de diputados es de 58 votos, considerados más que suficientes para poder actuar sin sorpresas desagradables en el momento del sufragio secreto. Esta tarde, la votación se repetirá en la Cámara baja, donde se espera que el resultado entre los senadores sea prácticamente idéntico al de los diputados, ya que la relación de fuerzas es muy similar.En el discurso de réplica al debate parlamentario, Craxi empezó abordando, como se lo había pedido la opinión pública, los dos hechos graves acaecidos a las pocas horas de la creación del nuevo Gobierno: el atentado ferroviario fascista y la fuga de Licio Gelli de la cárcel de Ginebra. El líder socialista empezó diciendo que la bomba colocada en los carriles de la línea Florencia-Bolonia "estaba destinada a producir una verdadera matanza". Y afirmó que, evidentemente, alguien ha querido, como en otras ocasiones, "trazar con horror y sangre un cambio importante de la vida nacional italiana".

Y por lo que se refiere a la fuga del venerable maestro de la masonería, fundador de la logia P-2, de la moderna cárcel de Ginebra, Craxi subrayó que, en este país, aunque el terrorismo "ha sido derrotado y aislado", sin embargo, "aún no se ha levantado la tapadera de la olla que esconde tantos misterios". La demostración, según Craxi, es que, tanto en el atentado al tren como en la fuga de Gelli "se advierte una mano profesional". .

Craxi está convencido de que para atajar este mal endémico es necesario un cambio a fondo de algunas de las actuales institu ciones constitucionales. Y, de hecho, en su réplica ha insistido tanto sobre este punto que ha llegado a decir que esta "gran reforma" será el objetivo prioritario del nuevo Gabinete.

Respondiendo a la oposición comunista, que ha sido muy dura y sin atenuantes, Craxi ha denunciado el "nuevo clima de excomuniones que ya se advirtieron cuando fue creado el primer centro-izquierda", el cual, subrayó Craxi, "a pesar de sus ingenuidades y errores fue un paso decisivo para la política progresista de este país".

Durante la réplica, no faltaron momentos de tensión, como cuando comunistas y demoproletarios empezaron a abuchear al presidente, a gritar y a dar pufletazos sobre los bancos del Parlamento cuando Craxi dijo que no se podía comparar la exhibición de fuerzas norteamericanas a lo largo de las costas de Nicaragua con la invasión rusa en Afganistán. Dirigiéndose a los comunistas que seguían gritando, Craxi les dijo: "Cuando se toca a los rusos enseguida se enfadan".

Y en cuanto al tema de los misiles que deberán instalarse en Comiso, y al enfrentamiento de las fuerzas del orden día! atrás con los pacifistas, en el que resultaron heridos algunos miembros del Parlamento, Craxi dijo que no se puede permitir bajo ningún pretexto las cargas de la policía, pero que tampoco permitirá que se impida a las fuerzas militares desarrollar su trabajo.