Los costes de la Seguridad Social

En la reseña que su periódico (27 de julio de 1983) hace de la conferencia de prensa del señor Raventós (economista, máximo responsable de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social) no consta que dijese que el costo por enfermo hospitalizado en centros de la Seguridad Social era de 121.000 pesetas. Sin embargo, tal dato lo reflejan otras publicaciones nacionales. Pretendo acogerme a su benevolencia y utilizar la masiva difusión de EL PAÍS porque creo obligado preguntar cómo se han calculado estas cifras que sospecho han deducido de dividir lo que han gastado los hospitales en un año por e...

En la reseña que su periódico (27 de julio de 1983) hace de la conferencia de prensa del señor Raventós (economista, máximo responsable de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social) no consta que dijese que el costo por enfermo hospitalizado en centros de la Seguridad Social era de 121.000 pesetas. Sin embargo, tal dato lo reflejan otras publicaciones nacionales. Pretendo acogerme a su benevolencia y utilizar la masiva difusión de EL PAÍS porque creo obligado preguntar cómo se han calculado estas cifras que sospecho han deducido de dividir lo que han gastado los hospitales en un año por el número de pacientes que han tenido ingresados en ese mismo espacio de tiempo. Sí es así, me atrevo a decir que estamos ante. otra falacia, porque vuelve a ignorarse toda la asistencia ambulatoria de nuestros hospitales (que no causan ingreso) y cuyo coste grava los presupuestos de los mismos, en donde no está diferenciado. Es decir, los cientos de miles de pacientes que son atendidos en las consultas externas o aquellos a los que se les realiza exploraciones (radiológicas, ecográficas, endoscópicas, cardiológicas, etcétera), también de forma ambulatoria, o los miles que acuden a las áreas de urgencia de los hospitales y son atendidos y resueltos sus problemas sin causar ingreso. Opino, como casi todo el mundo, que hay que realizar correcciones en el gasto sanitario, pero ya va siendo hora de que se abandonen estos métodos globalizadores y se vayan a desentrañar los puntos negros en donde se producen las desviaciones. Me gustaría ser capaz de tranmitirle la sensación de desaliento, que se está apoderando de muchos profesionales dedicados (en exclusiva y desde hace años) a la asistencia sanitaria de la Seguridad Social que sufren (un gestor tras otro, un Gobierno tras otro) injustas manipulaciones de cifras y demás, todas tendentes a descalificar el sistema sanitario público. Crear tradición hospitalaria es cuestión de años, y acabar con ella es cuestión de días. /Jefe de la sección de medicina interna. Residencia sanitaria de la Seguridad Social Fernando Zamácola. ().