El Gobierno Civil de Barcelona abre expediente a 38 policías por las `vigilancias especiales'

Treinta y ocho funcionarios policiales de distinta categoría han sido expedientados administrativamente a raíz de las investigaciones Bevadas a cabo por la Jefatura Superior de Policía en tomo a las presuntas irregularidades o actuaciones extraoficiales de funcionarios de los cuerpos de policía en relación a las denominadas vigilancias especiales, denunciadas por EL PAIS. Tres de ellos han sido suspendidos de empleo y sueldo, hasta que concluya la investigación que se inició el pasado mes de marzo.

Fuentes gubernativas explicaron a este periódico que el número de los expedientes puede i...

Treinta y ocho funcionarios policiales de distinta categoría han sido expedientados administrativamente a raíz de las investigaciones Bevadas a cabo por la Jefatura Superior de Policía en tomo a las presuntas irregularidades o actuaciones extraoficiales de funcionarios de los cuerpos de policía en relación a las denominadas vigilancias especiales, denunciadas por EL PAIS. Tres de ellos han sido suspendidos de empleo y sueldo, hasta que concluya la investigación que se inició el pasado mes de marzo.

Fuentes gubernativas explicaron a este periódico que el número de los expedientes puede incrementarse en los próximos días, aunque el alcance de las irregularidades no podrá ser establecido hasta dentro de algunos meses, "a causa de la complejidad de la investigación". Las mismas fuentes explicaron que, en su momento, se hará público el resultado de las indagaciones.Régimen de incompatibilidades

Las vigilancias especiales venían siendo práctica normal entre los policías, que buscaban un sobresueldo protegiendo fuera de sus horas de servicio y al margen de los cuerpos a diversos establecimientos, a cambio del abono de distintas cantidades económicas. Esta práctica fue considerada como ¡legal a raíz de la publicación en el Boletín Oficial del Estado del Real Decreto 218/1978. Ese decreto determinaba el régimen de incompatibilidades de los cuerpos de Policía Nacional, Guardia Civil y Cuerpo Superior de Policía.

En un comunicado oficial, con el que anunció los expedientes, el Gobierno Civil reitera "su firme voluntad de clarificar cualquier actividad irregular de los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Barcelona y su provincia, exigiendo las responsabilidades que proceda, tanto en el ámbito administrativo como penal, en su caso".

La nota afirma que existe el "firme interés de mandos, cuadros y fuerzas policiales para el total esclarecimiento de unos hechos a los que es ajena la mayoría del Cuerpo Policial, convencidos de que la confianza y estima ciudadanas son presupuesto imprescindible para el modelo de Fuerzas de Seguridad del Estado deseadas".

En una clara invitación a que los empresarios que han estado pagando por las vigilancias especiales contribuyan a la investigación, el Gobierno Civil recuerda en el comunicado que "siendo el responsable del logro de una mayor y mejor seguridad ciudadana, es a este organismo o a la Jefatura Superior de Policía a quienes debe dirigirse cualquier información sobre la actuación de las fuerzas policiales con la seguridad de que la misma será debidamente atendida".

La existencia de estos negocios de protección en la mayor parte de las comarcas barcelonesas, y en especial en el Baix Llobregat y en el Vallés Occidental, fue divulgada por EL PAI S al tener conocimiento de que varias policías municipales del cinturón barcelonés habían investigado a determinados miembros de la Policía Nacional y del Cuerpo Superior de Policía, destinados en la zona. Las investigaciones entre cuerpos, consideradas oficialmente como "irregulares" se basaban en la sospecha de que -los policías nacionales pudieran estar realizando actividades ¡legales, como las vigilancias especiales ahora confirmadas.

Este periódico ha confirmado la existencia de las irregularidades en polígonos industriales de Sabadell, Comellá, Gavá, Viladecans, Rubí, Sant Quirze del Vallés y Barcelona, aunque fuentes próximas a la Jefatura de Policía de Barcelona creen que esta práctica se extiende a otras zonas de España.