Funeral por el industrial asesinado en Vitoria

A última hora de la tarde de ayer se celebró, en la iglesia parroquial de San Antolín, en la localidad alavesa de Urbina, el funeral por el industrial vitoriano Ramiro Salazar, asesinado el viernes en la capital de la comunidad autónoma vasca de un tiro en la sién. A la misa asistieron alrededor de 1.500 personas, muchas de las cuales tuvieron que seguir la ceremonia desde el exterior del templo, lleno de amigos y familiares de la víctima.El funeral fue concelebrado por siete sacerdotes, entre ellos el párroco de Urbina, quien comenzó su homilía diciendo que "nos encontramos doloridos y conste...

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A última hora de la tarde de ayer se celebró, en la iglesia parroquial de San Antolín, en la localidad alavesa de Urbina, el funeral por el industrial vitoriano Ramiro Salazar, asesinado el viernes en la capital de la comunidad autónoma vasca de un tiro en la sién. A la misa asistieron alrededor de 1.500 personas, muchas de las cuales tuvieron que seguir la ceremonia desde el exterior del templo, lleno de amigos y familiares de la víctima.El funeral fue concelebrado por siete sacerdotes, entre ellos el párroco de Urbina, quien comenzó su homilía diciendo que "nos encontramos doloridos y consternados por esta muerte violenta, sin sentido y absurda. La comunidad entera", siguió el párroco, "no acaba de entender por qué los hombres tienen que matar"

Al término del funeral varias personas, entre ellas familiares del industrial asesinado, manifestaron a Europa Press su frustración y contrariedad por la falta de presencia de autoridades.

Ramiro Salazar, que estaba casado y deja dos hijos de corta edad y una mujer en avanzado estado de gestación, recibirá sepultura hoy en el panteón familiar del cementerio de Santa Isabel, de Vitoria.

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