Cartas al director

Chovinismo en Euskadi

El comportamiento tribal es la más alta minifestación de una sociedad primitiva, tan primitiva como pueda serlo cualquier cosa con 6.000 años de retraso. Todo es normal y comprensible, nada alarmante, sólo comienza a ser preocupante cuando este comportamiento se sigue dando entre personas de finales del siglo XX.La actitud de los corporativos nacionalistas -PNV, HB y Candidatura Independiente Uranzu- al abandonar la sala capitular del Ayuntamiento de Irún fue una muestra del afán con que en el pleno del pasado 11 de julio se buscaba el enfrentamiento de los simpatizantes abertzales con ...

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El comportamiento tribal es la más alta minifestación de una sociedad primitiva, tan primitiva como pueda serlo cualquier cosa con 6.000 años de retraso. Todo es normal y comprensible, nada alarmante, sólo comienza a ser preocupante cuando este comportamiento se sigue dando entre personas de finales del siglo XX.La actitud de los corporativos nacionalistas -PNV, HB y Candidatura Independiente Uranzu- al abandonar la sala capitular del Ayuntamiento de Irún fue una muestra del afán con que en el pleno del pasado 11 de julio se buscaba el enfrentamiento de los simpatizantes abertzales con los demás asistentes y los corporativos del PSOE, EE y AP. La intención era clara, después de haber visto la tensión con que fue celebrada la anterior convocatoria el 8 de julio.

El ambiente de hostilidad y tensión que los grupos nacionalistas están sembrando en las calles de las ciudades vascas, intentando crear dos comunidades enfrentadas, la una euskaldún (que conserva el euskera y las tradiciones) y la otra castellana, la que ellos califican como la de los maketos, belarimotz -desorejado, por no entender la lengua del país-, tuvimos la ocasión de verlo concentrado dentro de los límites de una sala. El idioma es empleado para crear diferencias y barreras, en lugar de para unir y acercar.

Abundantes jelkides (militantes del PNV) asistían, escuchaban complacientes las consignas de los más abertzales, racistas que decimos nosotros: "¡Gora, ETA (militarra).", "¡Fuera españoles!", "Euskalerrian, euskaraz" (En Euskadi, euskera). Ejemplo de la radicalización observada en el último Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca) y del interés con que los dirigentes peneuvistas siguen teniendo presentes las teorías de Sabino Arana. Arrebatar el espacio nacionalista-radical de HB y dar al mismo tiempo imagen moderada a la opinión pública es el doble juego hasta ahora usado como táctica política. Más que nunca es válida la afirmación del diputado socialista vasco García Ronda de que no es el mismo PNV el del Parlamento de Madrid que el del de Vitoria. La meta nacionalista: lograr el ansiado principio sabiniano "¡Gora Euskadi askatuta!" ("¡Viva Euskadi libre!") con el que Carlos Garaikoetxea, con exaltado fanatismo, exhortaba a sus huestes el 3 de abril de 1983, mostrando un absoluto desprecio por los que no nos podíamos incluir en el lema que reunía a los nacionalistas aquel día: "Nuestra patria, Euskadi; nuestra lengua, el euskera", y el que no lo crea así "que se vaya". "¡Fuera españoles!".

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No comprendemos el chauvinismo y menos aún el fanatismo de algunas de estas gentes, pero vemos a un pueblo que se divide y se hunde porque en las cuestiones trascendentales y en los momentos candentes de la realidad vasca, los pro-ETA de HB y los autodenominados demócratas del PNV se unen y gritan, aspirando a conseguir su patria vasca, independiente y pura./ y cuatro firmas más. .

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