Mitterrand, en la cota de popularidad más baja de un presidente en 25 años

La cura de austeridad impuesta a los franceses aparece día a día más impopular, tal y como traduce una degradación constante de la imagen de marca del presidente y del primer ministro. Según los institutos de sondeos, François Mitterrand tiene hoy la cota de popularidad más baja registrada por un jefe de Estado francés en los 25 años de la V República: del 32% al 40% de los franceses afirman concederle su confianza, contra una mayoría de descontentos que llega hasta el 58%.Entre mayo y junio, Mitterrand ha perdido seis puntos en el barómetro del Instituto Sofres, recogiend...

La cura de austeridad impuesta a los franceses aparece día a día más impopular, tal y como traduce una degradación constante de la imagen de marca del presidente y del primer ministro. Según los institutos de sondeos, François Mitterrand tiene hoy la cota de popularidad más baja registrada por un jefe de Estado francés en los 25 años de la V República: del 32% al 40% de los franceses afirman concederle su confianza, contra una mayoría de descontentos que llega hasta el 58%.Entre mayo y junio, Mitterrand ha perdido seis puntos en el barómetro del Instituto Sofres, recogiendo un 40% de opiniones favorables, mientras que la cota de su primer ministro, Pierre Mauroy, supone una caída hasta el 33%.

Frente al ascenso del descontento, evidenciado en las recientes elecciones parciales por los malos resultados de la izquierda, el presidente Mitterrand ha decidido salir de la reserva que se había autoimpuesto en el curso de los dos primeros años de su mandato a fin de mantener al jefe del Estado por encima de las controversias.

Tras el lanzamiento del plan de austeridad a finales de marzo, Mitterrand ha explicado ya tres veces, en la radio y en la televisión, la necesidad de "rigor y esfuerzo" para lograr la recuperación nacional. El miércoles último, el presidente socialista francés declaró .no querer ignorar los pronósticos electorales y los sondeos", añadiendo que, si bien estaba convencido de la conveniencia de su política, había que tener en cuenta a la opinión pública y tratar de explicarla mejor.