El Gobierno francés anuncia enérgicas sanciones contra policías manifestantes

El Gobierno francés está dispuesto a reaccionar con energía tras las manifestaciones policiales del pasado viernes, y el primer ministro, Pierre Mauroy, ha advertido que habrá severas sanciones contra "actos de una extrema gravedad".Simultáneamente, el presidente Mitterrand se dirige hoy por la noche a los franceses por televisión, en un momento en que el poder atraviesa el más serio período de tensiones desde mayo de 1981. Por primera vez desde la llegada de la izquierda al poder, el jefe del Estado ha sido cuestionado por el partido comunista, que rechazó la semana pasada la posición frances...

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El Gobierno francés está dispuesto a reaccionar con energía tras las manifestaciones policiales del pasado viernes, y el primer ministro, Pierre Mauroy, ha advertido que habrá severas sanciones contra "actos de una extrema gravedad".Simultáneamente, el presidente Mitterrand se dirige hoy por la noche a los franceses por televisión, en un momento en que el poder atraviesa el más serio período de tensiones desde mayo de 1981. Por primera vez desde la llegada de la izquierda al poder, el jefe del Estado ha sido cuestionado por el partido comunista, que rechazó la semana pasada la posición francesa en la cumbre de Williamsburg.

La marejada continúa en las fuerzas de orden público. Después de la destitución de Paul Cousseran, director general de la Policía Nacional, y la dimisión forzada del prefecto de París, Jean Perier, se especula hoy sobre la posibilidad de que los sancionados sean más de 50.

La gravé crisis entre el poder y un sector de la policía se radicalizó el viernes, en el transcurso de manifestaciones de funcionarios de este cuerpo en protesta por el asesinato a sangre fría de dos de sus miembros pocos días antes.

Las dos muertes han reactivado la polémica entre policía y justicia, concretamente, con el titular de esta cartera, Robert Badinter. Durante las manifestaciones del viernes, los participantes profirieron gritos contra Badinter y el ministro del Interior -pidiendo literalmente sus cabezas- y su marcha no encontró resistencia entre las fuerzas policiales que debían impedir su llegada ante el Ministerio del Interior y el palacio del Elíseo.

La Prensa ha reproducido fotos de la manifestación en las que se puede ver a los policías con el brazo en alto y haciendo la señal de la victoria con dos dedos, una actitud que Badinter comparó con el saludo fascista.

Los policías pertenecían en su mayoría a dos sindicatos de oposición, y uno de ellos, la Federación Profesional e Independiente de Policía, no esconde sus simpatías por la extrema derecha.

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