Cartas al director

Gracias a EL PAIS

Esta mañana fui temprano a comprar los periódicos de mi ciudad para leer la crítica de la obra que había visto la noche anterior en un teatro: Pedro y el capitán, de don Mario Benedetti.Pero me llevé la sorpresa de no encontrar reseña alguna al, para mí, acontecimiento de tener en España un autor de su valía que nos había ofrecido esas dos horas con el Teatro Independiente Uruguayo, donde un diálogo entre un preso político y su torturador me había tenido pegada a la butaca sin atreverme a desviar el pensamiento hacia otro lugar por no perder ni una palabra de aquella ágil e inteligente ...

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Esta mañana fui temprano a comprar los periódicos de mi ciudad para leer la crítica de la obra que había visto la noche anterior en un teatro: Pedro y el capitán, de don Mario Benedetti.Pero me llevé la sorpresa de no encontrar reseña alguna al, para mí, acontecimiento de tener en España un autor de su valía que nos había ofrecido esas dos horas con el Teatro Independiente Uruguayo, donde un diálogo entre un preso político y su torturador me había tenido pegada a la butaca sin atreverme a desviar el pensamiento hacia otro lugar por no perder ni una palabra de aquella ágil e inteligente obra que tenía la suerte de contemplar.

Lo que sí pude conocer de los periódicos de mi ciudad, el domingo, fue, entre otras interesantes cosas, que don Gonzalo de Borbón reveló que tiene una hija de 14 años y que había sido un éxito un concurso de coctelería celebrado en el Puerto de la Cruz.

También vi que tienen, por lo visto, columna fija don Emilio Romero, en uno de los periódicos, y don Ricardo de la Cierva, en otro. Amén de un montón más de noticias de esas que suelen llamarse de sociedad, como por ejemplo, quiénes celebran su onomástica, bodas , etcétera.

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Entonces, mi agradecimiento y devoción a EL PAIS es doble. Les quiero, así como suena; por una parte, porque son ustedes estupendos y cuando fuera hablamos de orgullos nacionales tienen ustedes que salir a relucir, y por otra, porque la cultura que tomo de EL PAIS no tiene precio; gracias a ustedes he podido conocer a un Savater, a un Benedetti, a una Roig, por citar sólo unos pocos nombres.

Gracias a ustedes sé sobre libros, autores, música, pintura. Se abre para mí, lectora de provincias que encima son insulares, un mundo maravilloso que antes no podía conocer.

Siento solamente que, sin tener culpa, he desperdiciado muchos años de mi vida porque pasé casi 30 de ellos inmersa en un régimen político obligado que no me favoreció demasiado culturalmente.

Que ustedes sigan en esa línea y que yo pueda leerlo./

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