El atropello y el hospital

A mediodía del 1 de mayo presencié el terrible atropello de una anciana en la Gran Vía de San Francisco, esquina a San Bernabé, donde se encuentra el hospital de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, clínica privada y con algo de Seguridad Social (según información telefónica de dicho centro).Mi primera reacción fue correr a pedir ayuda al hospital, donde un señor con bata blanca me contestó: "No podemos hacer nada; además, no tenemos médico de guardia". Más tarde, en unas vallas que transportaba un coche-grúa de la Policía Municipal, se trasladó a la anciana a la puerta del hosp...

A mediodía del 1 de mayo presencié el terrible atropello de una anciana en la Gran Vía de San Francisco, esquina a San Bernabé, donde se encuentra el hospital de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, clínica privada y con algo de Seguridad Social (según información telefónica de dicho centro).Mi primera reacción fue correr a pedir ayuda al hospital, donde un señor con bata blanca me contestó: "No podemos hacer nada; además, no tenemos médico de guardia". Más tarde, en unas vallas que transportaba un coche-grúa de la Policía Municipal, se trasladó a la anciana a la puerta del hospital, donde permaneció, ante la expectación de transeúntes y personal del centro, hasta que, ya cadáver, se la llevó la Policía Nacional.

Ante mi desconocimiento de la legislación de Sanidad, y como trabajadora afiliada a la Seguridad Social, me pregunto: ¿puede un centro contratado con la Seguridad Social negarse a recibir a un accidentado?; ¿cómo el ministerio contrata con un centro que en un momento dado no tiene médico de guardia?

Si esta situación es correcta, sólo me queda aconsejar a los ciudadanos que al ir a cruzar la calzada no se limiten sólo a mirar a derecha e izquierda, sino que comprueben también si queda cerca una casa de socorro, donde al menos puedan pasar a mejor vida atendidos profesionalmente, en caso de accidente. /